BRASILIA, 8 oct (Xinhua) -- La III Conferencia Global sobre el Trabajo Infantil comenzó hoy en Brasil y se desarrollará hasta el día 10, organizada por el gobierno brasileño con apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para analizar los progresos y desafíos en la lucha contra la explotación del trabajo de menores.
La apertura del evento fue encabezada por la presidenta Dilma Rousseff, quien afirmó que la lucha contra el trabajo infantil debe ser una de las prioridades a nivel global.
"Este evento representa un momento impar para el fortalecimiento de la lucha contra uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos, el trabajo infantil. Debemos a los niños una infancia sin violencia, sin miedo y explotación. Una infancia con cariño y abrigo", dijo.
"Cuidar a la infancia es un desafío global. No hay región del mundo, rica o pobre, que esté lejos de este problema. Combatir esa llaga es, tal vez, una de las grandes tareas morales, éticas, sociales y económicas que nos cabe", enfatizó.
Según la mandataria, Brasil es un ejemplo de que con voluntad política y acciones "consistentes, continuas y permanentes", es posible poner en acción la cooperación necesaria para erradicar el trabajo infantil.
"Es fundamental enfocar y dar oportunidades a los más pobres y vulnerables. Entre 2000 y 2012, reducimos en 67 por ciento el número de niños entre 5 y 12 años involucrados en trabajo infantil", señaló.
Por su parte, el director general de la OIT, Guy Ryder, instó a redoblar los esfuerzos para alcanzar resultados efectivos en esa lucha.
"Nos estamos moviendo en la dirección correcta pero los progresos son aún muy lentos. Si realmente queremos acabar con el flagelo del trabajo infantil en el futuro cercano, entonces es necesario intensificar los esfuerzos en todos los niveles. Existen 168 millones de buenas razones para hacerlo", señaló, en referencia al número de niños que trabajan en el mundo.
Según Tereza Campello, ministra de Desarrollo Social y Combate al Hambre de Brasil y presidenta de la III Conferencia, aunque la incidencia mundial del trabajo infantil cayó 36 por ciento desde 2000, la situación continúa siendo preocupante.
"Los datos revelan que los países están cada vez más preocupados en enfrentar el problema. La conferencia tiene como objetivo encontrar caminos para acelerar el proceso de combate al trabajo infantil en el mundo", afirmó.
Como base para la discusión, los participantes cuentan con un documento elaborado por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC), con nuevos datos que muestran una disminución significativa del trabajo infantil en todo el mundo.
No obstante, el informe también advierte que el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016 no será alcanzado al ritmo actual.
La Conferencia analizará los progresos alcanzados desde que se celebró la anterior conferencia global que tuvo lugar en La Haya, en 2010, y para discutir las maneras de acelerar los esfuerzos mundiales para combatir el trabajo infantil, en particular en sus peores formas.
Las últimas estimaciones de la OIT, publicadas en vísperas de la III Conferencia, muestran que gran parte de los progresos fueron realizados entre 2008 y 2012, cuando el número global de niños trabajadores descendió de 215 a 168 millones.
A pesar de disminución, no es suficiente para alcanzar el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016, una meta acordada por la comunidad internacional gracias a la OIT.
Más de la mitad de los 168 millones de niños trabajadores en el mundo están involucrados en actividades peligrosas que ponen directamente en riesgo su salud, seguridad y desarrollo moral. El número actual de niños que realizan trabajos peligrosos es de 85 millones, frente a los 171 millones que había en 2000.
El trabajo peligroso es con frecuencia tratado como un indicador sustitutivo de las Peores Formas de Trabajo Infantil, dado que los niños que realizan estos trabajos representan a la mayoría de los incluidos bajo este epígrafe.
El mayor número absoluto de niños trabajadores se encuentra en la región de Asia y el Pacífico, (casi 78 millones), pero África subsahariana continúa siendo la región con la incidencia más alta de trabajo infantil en términos de porcentaje de la población: un 21 por ciento.
La incidencia del trabajo infantil es más alta en los países más pobres, pero los países de ingresos medios tienen el mayor número de niños trabajadores.
El trabajo infantil entre las niñas disminuyó un 40 por ciento desde 2000, en comparación con el 25 por ciento de disminución en el caso de los niños.
La agricultura sigue siendo con diferencia el sector en el que más niños trabajadores hay (98 millones de niños), pero el problema también ocurre en el sector servicios (54 millones) y la industria (12 millones), en su mayor parte en la economía informal.