MONTEVIDEO, 3 oct (Xinhua) -- El canciller uruguayo Luis Almagro lamentó hoy la salida de Argentina de la negociación para aumentar la producción de la planta de celulosa UPM, al señalar que Uruguay siguió el procedimiento formal para autorizar su incremento.
"Uruguay siempre tuvo, ha tenido y tiene voluntad de negociar", enfatizó Almagro al recordar que el gobierno recurrió al Estatuto del río Uruguay para tratar la ampliación de la producción de la planta UPM instalada en los límites de territorio uruguayo, la cual rechaza Argentina por considerar que se trata de un proceso contaminante.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dictaminó en abril de 2010 que Uruguay incumplió un tratado bilateral al autorizar la instalación de la fábrica, pero descartó que ésta contamine, como denunció Argentina.
UPM funciona desde 2007 en Fray Bentos, 310 kilómetros al noroeste de Montevideo, sobre el río Uruguay, a 30 kilómetros de la ciudad argentina de Gualeguaychú.
El ministro uruguayo de Relaciones Exteriores reiteró que la habilitación para elevar la producción de la planta UPM, de capitales finlandeses, en 100.000 toneladas, hasta 1,2 millones, está dentro de los límites del ordenamiento de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
Almagro señaló en rueda de prensa que en el tema ambiental hubo "diferencias jurídicas con el gobierno argentino, en lo que hace a la aplicación de los artículos 4 y 5 de tratamiento de efluentes" del digesto del río.
Sobre los efluentes de la industria, el canciller afirmó que se está dentro de los límites que marca el digesto y la normativa uruguaya, y que se aspira "a los máximos niveles internacionales".
En cuanto al anuncio del gobierno argentino de recurrir de nuevo a la CIJ, Almagro consideró que esa "no es la mejor solución", ya que no refleja la "histórica amistad entre ambos países".
"Uruguay siempre tuvo y tendrá la voluntad de negociar", reiteró al recordar la reunión que sostuvo el martes pasado con su colega argentino Héctor Timerman.
Al comparecer en la Torre Ejecutiva, sede presidencial, en Montevideo, Almagro reiteró que la decisión "no viola la soberanía ambiental de Argentina", y se adoptó "de acuerdo a los intereses generales de Uruguay y no a los de una empresa".
"La empresa (UPM) hoy no contamina, y eso sucede por los estrictos controles que nuestro gobierno ha llevado en los últimos años", señaló por su parte, en otra rueda de prensa, la ministra interina de Medio Ambiente, Raquel Lejtreger.
Lejtreger comentó que se realiza un monitoreo conjunto del río Uruguay, donde se efectúan 12 controles por año y cuyas muestras se envían a laboratorios uruguayos, argentinos y a otros países.
Este jueves, el presidente Mujica cuestionó el manejo que hizo Timerman de las cifras de impacto ambiental.
"Se dicen muchos datos aprovechando que la gente no tiene idea", declaró el mandatario al canal 10 de la televisión local.
"Lo que no dijo el canciller es que del lado de Gualeguaychú (ciudad argentina) en el agua se encontró 10 veces más endosulfán (insecticida) que de este lado", agregó.
La polémica con Argentina surgió después que el miércoles Mujica autorizó a la planta de celulosa a elevar su producción anual de 1,1 millones a 1,2 millones, medida resistida por el vecino país.
Argentina argumenta que un fallo de la CIJ impide a Uruguay aumentar la producción de UPM sin un acuerdo bilateral previo.
En cambio, Uruguay considera que ya realizó la consulta correspondiente ante la CARU, donde no recibió objeciones de su vecino.
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