Pekín, 29/09/2013(El Pueblo en Línea)- El 23 de septiembre, el New York Times publicó un artículo titulado “Los trenes de alta velocidad cambiaron China”, en el que se dice que “sin duda alguna, los trenes de alta velocidad ya han cambiado China de una manera inesperada”, y además señaló que el sistema ferroviario de China ya se ha convertido en una historia de éxito inusitada. El informe citó a un economista y experto en transporte que dijo el tren de alta velocidad es una de las razones de cómo se ha promovido el crecimiento económico de China mientras que otras economías emergentes se encuentran en un momento de crecimiento estancado.
El informe señala que se ha mejorado la productividad de los trabajadores chinos. Una investigación de tres expertos del Banco Mundial mostró que la red ferroviaria de alta velocidad ya ha conectado a más de 100 ciudades en China, mejorando considerablemente su productividad. Las empresas se han dado cuenta de que unas pocas horas de viaje se pueden poner en contacto con clientes potenciales, empleados y competidores, por lo que naturalmente ha comenzado a aumentar su productividad.
El artículo citó a Gerald Ollivier, un alto consultor del Banco Mundial en Pekín en cuestiones tráfico, quien dijo: “Podemos ver claramente el cambio en el modo en que operan muchas empresas”. Además, señaló que según los cálculos del Banco Mundial, los beneficios económicos de los trenes de alta velocidad incluyen el ahorro de gastos de viajes, la reducción de ruidos, la reducción del consumo de energía de aire acondicionado y del consumo de combustible, entre otros, naturalmente, pero por el otro lado, también ha ayudado a mejorar la productividad, lo cual también genera beneficios económicos.
En contraste, hace cinco años, un artículo titulado “La economía china podría descarrilarse”, publicado por el New York Times en diciembre de 2009, decía que el tiempo ahorrado por la red de alta velocidad de 2 billones de yuanes no necesariamente valía ese costo tan elevado y que quizás podía arrastrar a la economía.
En el artículo del 23 de diciembre de 2009 se cita a Stephen Roach, presidente para Asia de Morgan Stanley, quien dijo que la inversión china en las fábricas y la red ferroviaria representaba el 95 por ciento del 7,7 por ciento del crecimiento de los primeros tres trimestres, alcanzando el 45 por ciento del total del PIB, por encima del récord histórico de cualquier economía. Si no se puede aumentar considerablemente el consumo y las exportaciones se estancan, se deberá aumentar aún más la inversión con el fin de estimular la economía. “Todos estos son datos irrazonables y no sostenibles para cualquier economía”, explicó.
El artículo citaba la palabras de un académico chino quien señaló que el Ministerio de Ferrocarriles había emitido 383 mil millones de yuanes en bonos. “Si en Estados Unidos hubo una crisis de las deudas de hipotecas, en China sería de los ferrocarriles, o si se quiere decir de toro modo, también es una crisis de la deuda del gobierno”, señaló. Al mismo tiempo, por ejemplo en el caso del tren de alta velocidad entre Pekín y Tianjin, a la gente común no le importa coger el tren lento de 90 minutos, debido a que el precio del billete para el rápido es demasiado costoso.
Sin embargo en el artículo del 23 de septiembre de este año, el New York Times reconoce que en los últimos cinco años desde que se pusieron en funcionamiento los trenes de alta velocidad en China, el tráfico mensual de personas es de casi el doble de los vuelos nacionales. A este paso, hasta principios del año que viene, el tráfico de la red ferroviaria de alta velocidad de China superará los 54 millones de vuelos nacionales por mes en Estados Unidos. Pero el mayor “inconveniente” es que “los trenes de alta velocidad están cada vez más ocupados”.