Por Sylvia Zárate
BOGOTA, 22 jul (Xinhua) –- Autoridades y políticos reprobaron hoy un ofrecimiento de armas y combatienes que hizo la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a campesinos del Catatumbo (noroeste) que cumplen 42 días en paro.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, tachó de "payasada" un comunicado emitido por el bloque "Magdalena Medio" de las FARC con el pronunciamiento.
El funcionario agregó que la oferta sólo confirma las previas denuncias de que el grupo armado tenía infiltradas las protestas de los campesinos desde sus inicios.
"Eso es una gran payasada, la de ofrecer armas y uniformes y todo eso. También devela la relación que hay -que siempre dijimos y ahí queda demostrado- entre los terroristas y sus intenciones de crear desorden público", señaló el alto funcionario.
Por su parte, el director de la Policía, general José Roberto León, aseguró que es el grupo rebelde el que ha obligado a los campesinos del Catatumbo a bloquear las vías generando caos y una crisis alimentaria por desabastecimiento.
Edgar Díaz, gobernador del departamento Norte de Santander (región del conflicto) se mostró preocupado por el involucramiento de las FARC hacia el paro campesino y dijo que no es a través de las armas que se va a llegar a una solución entre las partes.
"Esto no le hace nada bueno al proceso en el que estamos intentando resolver por la vía del diálogo. Tenemos clara la problemática en la región y debemos avanzar con el gobierno nacional sobre acuerdos y beneficios para una comunidad que ha estado esperando atención social", expresó el mandatario regional.
El senador liberal Guillermo García consideró el ofrecimiento de la guerrilla como un "petardo" para el proceso de paz entre el grupo armado y el gobierno y reclamó a los cabecillas de las FARC que negocian en La Habana, Cuba, un pronunciamiento sobre el tema y dar una explicación.
La copresidenta de la Comisión de Paz del Senado, Angela María Robledo, dijo que la oferta de armas y hombres de la guerrilla a los campesinos demuestra una falta de coherencia de las FARC que en Cuba dicen buscar la paz y en Colombia pretenden convertir una protesta cívica y pacífica en un hecho violento que no beneficiaría a nadie.
Entre tanto, César Jerez, líder de la protesta campesina, dijo a medios locales que los manifestantes no responderán al ofrecimiento de las FARC en este momento ni se referirán a él para evitar ser señalados como cómplices de la guerrilla, con la que -reiteró- no tienen ningún vínculo.
"Emitir un pronunciamiento alrededor del tema, estaría estigmatizándonos más de lo que han hecho con este movimiento (…) Nosotros hemos sido bastante señalados, cualquier palabra generaría más ataque a la organización", expuso Jerez.
Dijo que los campesinos temen un desenlace violento en sus manifestaciones y añadió que se mantienen a la expectativa de una respuesta del gobierno nacional para retomar las conversaciones que se mantienen suspendidas desde hace una semana.
El comunicado de las FARC dice a los campesinos que si los reclamos hechos al gobierno por décadas no son escuchados, en esta ocasión el grupo está dispuesto a unirse a la lucha de los labriegos por conseguir garantías sociales para sus familias.
"Pueden contar con nuestras filas, con nuestras armas, con nuestros combatientes. Dispuestos a recibirlos, a apoyarlos, a conducirlos a la victoria final", dice el documento en el que aseguran que la fuerza pública ha agredido a los manifestantes a los que están dispuestos a defender.
"Si vuelven a agredirlos, aquí estamos nosotros", ofrece la guerrilla.
El ofrecimiento de las FARC se da un día después de que el presidente Juan Manuel Santos pidiera a los manifestantes desbloquear las vías en el Catatumbo como una condición para restablecer las conversaciones y decidiera lanzar una ofensiva humanitaria y no militar.
"En el Catatumbo no hemos querido entrar con la fuerza para evitar un daño mayor. Sabemos que eso es lo que quieren y no vamos a caer en la trampa. Por eso hemos optado en lanzar una ofensiva humanitaria", dijo el mandatario.
Entre las peticiones de los manifestantes se encuentran la definición de un plan de sustitución de cultivos ilícitos con otorgamiento de subsidio para las familias que viven de esta actividad y el establecimiento de la región como zona de reserva campesina.
Las zonas de reserva son terrenos baldíos que entrega el gobierno a campesinos sin tierras, pero la propiedad es comunitaria y los labriegos no la pueden vender, solamente cultivarla.
Durante la protesta campesina del Catatumbo se han presentado fuertes disturbios, especialmente en zona rural del municipio de Tibú (noreste), que han dejado cuatro labriegos muertos y más de 50 heridos entre manifestantes y policías.
A esta hora, siguen llegando vía aérea ayudas humanitarias como víveres, frazadas y medicamentos para los habitantes que se mantienen aislados por cuenta de los bloqueos y que piden un pronto acuerdo entre las partes.
"Por favor, piensen en todos los que estamos sufriendo por estas protestas, somos todos colombianos y aquí en Tibú todo está paralizado, el comercio, las escuelas, hasta el hospital tiene problemas para atender a los pacientes", dijo Olga Romero, habitante de la región.
Entre tanto, la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) solicitó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que les permita "ejercer el derecho internacional al refugio" en caso de que Santos decida reprimir la protesta por vía militar.