Uno de cada tres habitantes de Uruguay posee un arma de fuego, lo que lo coloca al país con una de las tasas de posesión más altas del mundo, según datos que divulgó hoy el Instituto de Estudios Legales y Sociales (Ielsur).
A diciembre de 2012 había registradas 584.112 armas, cifra que se duplicaría si se considera una proyección de las no declaradas -en un país de 3,4 millones de habitantes-, dijo Luis Pedernera, de Lelsur, a la radio local El Espectador.
Ese nivel es similar al de "un país como Irak, donde hay un conflicto armado latente pero además nos coloca en una situación similar a Colombia y Brasil, donde el uso de armas es alto", dijo Pedernera.
Lelsur, con la financiación de la Unión Europea (UE), presentó esta semana el proyecto "Acciones para una política de seguridad democrática; hacia un plan nacional de desarme civil".
Añadió que "con esta discusión pretendemos instalar un debate en un tema preocupante, pero escasamente visualizado como tema que debe exacerbar nuestra preocupación".
El activista aseguró que hay que alinear "la legislación a los estándares internacionales y plantear que el arma no es un derecho de la personas sino una concepción del Estado para determinadas actividades puntuales".
"Hay que instalar en la agenda uruguaya el tema, porque eso va a redundar en una mejor calidad de vida", expuso.
El Congreso analiza un proyecto de ley que castiga la tenencia ilegal de armas y el tráfico.