Un pequeño huerto en la céntrica colonia Roma en la Ciudad de México, busca convertirse en un ejemplo para animar a los ciudadanos al desarrollo ecológico urbano, con mayores áreas verdes en esta gran urbe de más de 17 millones de habitantes.
El llamado "Huerto Romita" se encuentra ubicado en una parcela de tierra en el centro de la ciudad, dañada por el terremoto de 1985, donde se prohibían construcción nueva.
Fue ideado por sus creadores, para impulsar el desarrollo de la infraestructura verde, en una metrópoli en la que se pueden percibir las diferencias de temperatura de hasta tres grados entre sus barrios plagados de vegetación y aquellos en los que la selva de concreto prevalece.
Todo comenzó cuando hace cinco años una de las creadoras de "Huerto Romita", Carolina Lukac solicitó a las autoridades locales convertir un espacio abandonado en un centro comunitario de capacitación, con la finalidad de difundir la agricultura urbana y de esta forma, convertirlos en uno de los primeros huertos urbanos en México.
Desde entonces "Huerto Romita" se volvió referencia para todos los proyectos de desarrollo ecológico urbano en la capital mexicana.
El año pasado de 2012, se han realizado 150 talleres donde 2700 personas han sido capacitadas para realizar la agricultura urbana en sus propias casas, ya sea en patios o azoteas.
La agricultura urbana, explicó a Xinhua, la coordinadora del Huerto Romita, Aida Real, es un movimiento que está creciendo cada día más en la Ciudad de México por un crecimiento en la conciencia social de la gente.
"Cada día hay más ciudadanos que se dan cuenta de que la mejor forma de ayudar al planeta, así como a nuestro propio cuerpo, es volver a las formas de cultivar ancestrales, cuando todavía no se usaban químicos, sino con observar la naturaleza, la imitaban de acuerdo con los siglos biológicos", opinó Real.
Esta agricultura que se realiza en diversos barrios de la Ciudad de México, abarca la creación de espacios urbanos para cultivar frutas y hortalizas y jardines en las azoteas y balcones.
El Huerto Romita dijo Real, "no es un proyecto lucrativo, es un proyecto social para invitar a que la gente cultive", sin embargo es autosustentable en sus finanzas, las módicas cuotas que pagan las personas para ser capacitadas para crear su propio huerto casero, sirven para pagar a las personas que imparten el curso.
De la misma manera, las ganancias que se generan con la venta de insumos que se cosechan en el huerto, son reinvertidos para el mantenimiento del espacio y las personas que trabajan ahí.
El modelo del "Huerto Romita" también ha servido como vehículo para el intercambio de ideas con otras personas del mundo interesados en la agricultura urbana.
Contó Real que en 2008, un grupo de cubanos contribuyeron al huerto con una técnica para construir un huerto vertical más eficiente, así como aplicantes de Europa y de Estados Unidos, han llegado en busca de inspiración.
El plan de ahora para "Huerto Romita", es llevar los huertos a las escuelas primarias de la zona para que los alumnos puedan tener una mayor consciencia y conocimiento del lugar donde provienen sus alimentos, algo que actualmente hacen con niños preescolares.
"Uno de los sueños, es poder entrar a más escuelas. Porque nos estamos dando cuenta de que los niños, que están conectados con sus alimentos, siempre van a comer bien y siempre van a estar nutridos. Y cuando aprenden los siglos de los alimentos, también ya se genera una consciencia ambiental", concluyó Real.
El gobierno del Distrito Federal ha acompañado este tipo de iniciativas convirtiendo en azoteas verdes, sus edificios administrativos en la zona del Centro Histórico, antes dominada por el concreto y las altas temperaturas.
Aprovechando sus recursos, convirtió una azotea en un mirador plagado de flores en el edificio número 2 de la Plaza de la Constitución, continguo a los edificios insignia de la Catedral y el Palacio Nacional.
Este, más allá de ser un lugar para turistas, el mirador cumple la función de ser un espacio verde de alta calidad con la naturisación de los tejados que ayuda a combatir el cambio climático.
Las azoteas verdes evitan la reflexión de los rayos ultravioleta que se produce en la mayoría de los tejados, reduce la temperatura y crea humedad.
En Iztapalapa, un barrio de clase trabajadora en el este de la ciudad, también se ha puesto en marcha un plan para desarrollar más jardines en las azoteas para producir tomates, tomatillos y especias.
Estos, además de proporcionar alimentos e ingresos a los pobladores de ese barrio de clase media y baja, espera cumplir el doble propósito de embellecer y limpiar el medio ambiente.
Los espacios verdes que han tomado como referencia el modelo del Huerto Romita, se espera contribuyan a reducir el efecto invernadero en la Ciudad de México, que es una de las más pobladas del mundo, a su vez que sigue siendo una de las más contaminadas.
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
