Manifestantes tunecinos atacaron hoy dos oficinas del gobernante partido Ennahda y lesionaron a cinco personas por la incapacidad del partido de frenar la violencia en el país que el miércoles dejó seis guardias nacionales muertos.
En la gobernación noroccidental de Beja, los manifestantes prendieron fuego a una oficina de Ennahda, lo que lesionó a cinco simpatizantes del partido islámico, después del funeral de uno de los guardias nacionales nacido en el lugar.
Los simpatizantes también atacaron hoy con anterioridad el edificio de Ennahda en la gobernación occidental de Kef, a pesar de fuertes medidas de seguridad, mientras otro guardia nacional era sepultado, se indicó en informes locales.
En los últimos días, esta nación del norte de Africa ha registrado al menos tres incidentes violentos importantes en Beja, Sidi Bouzid en el centro de Túnez y Bizerte en el norte. Un total de nueve personas murieron.
El presidente tunecino, Moncef Marzouki, declaró tres días de duelo nacional por las víctimas, pero al parecer la medida no fue suficiente para apaciguar a la gente enojada por la incompetencia del gobierno para frenar los ataques de militantes.
Desde la destitución de Ben Ali, Túnez se ha visto sacudido por ataques violentos presuntamente realizados por islamistas de línea dura. En particular el asesinato de dos figuras de la oposición este año sumió al país en una crisis.
Ennahda y la oposición están tratando de iniciar conversaciones para poner fin a la crisis, pero los asesinatos del miércoles demoraron las muy esperadas negociaciones.