El presidente Evo Morales dijo hoy que le llegó información sobre la participación de colombianos y peruanos en un ataque armado perpetrado contra efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que dejó cuatro muertos y 18 heridos el pasado fin de semana en una región cocalera en el oeste de Bolivia.
"Hay alguna gente ajena; ya tengo información de que son extranjeros que están usando a dirigentes, se comenta de colombianos y peruanos", afirmó Morales en una concentración masiva de cocaleros en el Chapare de Cochabamba, en el centro de Bolivia.
Morales emergió a la vida política en esa región, lo que le posibilitó llegar al gobierno como el primer presidente indígena del país andino amazónico.
Para Morales, estos hechos violentos en una región alejada y pequeña denominada Miraflores, 442 kilómetros al norte de la ciudad de La Paz, donde resultaron muertos dos militares, un policía y un médico, no son propios de los campesinos productores, sino de gente extranjera que tiene entrenamiento.
Asimismo, recordó que no se tuvo en sus siete años de gobierno este tipo de acciones violentas, y que las tareas de erradicación se realizaron respetando los derechos humanos y sin violencia.
"Sigo pensando que no es el movimiento campesino de la emboscada armada a policías y militares; el movimiento campesino se organiza para defender la vida y para mejorar la situación económica", afirmó ante la multitud congregada en la región cocalera del Chapare.
En ese acto se socializaron las propuestas de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba para la Agenda Patriótica.
Otro indicio que expuso Morales para justificar su hipótesis de la intervención extranjera, es que la coca de la región del municipio de Apolo no sale al mercado legal.
Además, manifestó que el hecho de que ningún campesino o cocalero esté herido o muerto en esa región demuestra que las Fuerzas Armadas y la Policía son grandes defensores por la vida.
En ese sentido, Morales pidió a los dirigentes campesinos del Trópico acelerar y plantear proyectos productivos que permitan mejorar la situación económica en esas zonas, para bajar la producción de la coca y respetar el cato de esa hoja milenaria (1.600 metros cuadrados por productor).