MANAGUA, 28 sep (Xinhua) -- El nicaragüense Jairo Hernández admitió hoy ante un juez ser autor del asesinato no planificado del periodista Edilberto Saavedra y de otras dos personas más en un sector rural de la mina Bonanza, en el Caribe norte.
El juez de Distrito del caribeño municipio de Siuna, Felipe Ubeda, afirmó sin embargo que el dictamen médico mostró que la víctima recibió varios disparos innecesarios, un "ensañamiento".
Saavedra, acompañado de sus amigos Angel Salguera y Edgar Estrada, murieron el pasado 26 de junio de varios disparos cuando se disponían a comprar onzas de oro en un sector del municipio de Bonanza, en el Caribe norte.
Hernández reconoció ser el autor del triple asesinato, sin embargo señaló que lo hizo en defensa propia, al tratar de salvar su vida.
Agregó que cuando el periodista supuestamente se le abalanzó a golpes, sacó su revólver de la mochila, para salvarse.
"Llegué a Bonanza con la intención de trabajar con 3.400 dólares, pero pasé más de una semana buscando cómo invertir el dinero y en ese periodo conocí al prófugo Ariel Lira, quien me prometió trabajo", aseguró Hernández.
Según el asesino del periodista, Lira fue quien encañonó al conductor de la camioneta donde viajaban el periodista y él en el asiento trasero, pero el vehículo se detuvo por problemas mecánicos, fue cuando el periodista se "me abalanzó".
Después de admitir su culpabilidad ante el juez, la defensa de Hernández pidió calificar el hecho de homicidio, por no haber sido planificado el asesinato, al señalar que su defendido le hizo sólo un disparo.
La fiscalía del Ministerio Público solicitó sin embargo al juez calificar el hecho de asesinato, debido a que el dictamen forense encontró varios disparos de arma de fuego en el cuerpo de Saavedra.
La fiscalía pidió la pena máxima de 15 años de cárcel para el acusado por cada una de las personas asesinadas y recordó que Hernández enfrenta otro juicio por robo agravado a una casa de empeño en el municipio de Bonanza, en la Región Autónoma del Atlántico Norte, donde encañonó a una cajera para llevarse un fuerte botín en oro.