Materiales de construcción inflamables y la falta del equipo de prevención y combate de incendios contribuyeron al incendio ocurrido el lunes en una planta de procesamiento avícola de la provincia nororiental china de Jilin que dejó un saldo de 119 muertos y 77 heridos, señaló hoy un alto funcionario del gobierno local.
Gao Guangbin, jefe del Partido Comunista de China (PCCh) de la capital provincial de Changchun, también culpó al mal diseño de las salidas de la planta, lo que dificultó el escape de los empleados.
"Todos los materiales de construcción usados para construir el taller eran inflamables, lo que aumentó el peligro de incendio", dijo Gao.
El incendio se desató alrededor de las 06:00 del lunes, hora local, en una planta propiedad de la Compañía de Aves de Corral Baoyuanfeng de Jilin ubicada en el poblado de Mishazi de la ciudad de Dehui, a unos 100 kilómetros al noreste de Changchun.
Los investigadores se han estado esforzando para esclarecer las causas de la tragedia.
Hasta el momento se han identificado 67 cadáveres y los técnicos están tratando de identificar a los demás usando pruebas de ADN.
El gobierno municipal de Changchun ordenó la revisión de lugares públicos como escuelas, hospitales, lugares de entretenimiento y centros comerciales para eliminar los peligros de incendio.