Documentos prueban que la verdad no se puede enterrar (2)
Actualizado a las 29/04/2014 - 16:51
(El Pueblo en Línea) ,29/04/2014-<b>Archivos desenterrados ofrecen nuevos detalles de la ocupación japonesa</b>
Palabras clave:
|
Documentos prueban que la verdad no se puede enterrar |
Zhao Sujuan, de 81 años, un funcionario jubilado del Archivo Provincial de Jilin, habla sobre la ocupación japonesa de China.Esclavas sexualesAlgunos de los archivos están relacionados con el abuso sistemático del ejército japonés de esclavas sexuales. Un informe, escrito el 28 de febrero de 1938, describe cómo en solo 10 días, 8.929 soldados japoneses "visitaron las estaciones de encuentros" en Zhenjiang, provincia de Jiangsu. Otro informe, con fecha de mediados de febrero, detalles cómo una escasez de esclavas sexuales en Danyang, provincia de Jiangsu, dio lugar a la obligación de las mujeres locales a ejercer esta vil labor.
Un registro de llamadas telefónicas describe cómo el gerente interino de la rama del Canco Central de Anshan, provincia de Liaoning, concedió permiso para usar más de 200.000 yenes (1.950 dólares) para la compra de esclavas sexuales.
Japón es el único país cuyo ejército impuso la esclavitud sexual integral, según Su Zhiliang, profesor en la Universidad Normal de Shanghai, especialista en estudios relacionados con el tema.
"Nosotros debemos distinguir a estas mujeres de prostitutas. 'Las esclavas sexuales' fueron obligadas, no les pagaron y no disfrutaron de ninguna libertad personal. "Numerosas mujeres se vieron afectadas en Asia", dijo.
Unidad 731Los archivos también arrojan luz sobre cómo el ejército japonés realizó pruebas bacteriológicas con prisioneros de guerra. Los documentos muestran que los espías y los sospechosos de resistirse a la ocupación fueron entregados a la unidad 731.
Registros conservados por la Kempeitai Kwantung muestran que 277 personas fueron trasladadas a la unidad 731, incluyendo chinos, rusos y coreanos. El nombre de Lee Jisua, un ciudadano coreano 28 años, es uno de los muchos grabados en un museo del distrito de Pingfang de Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang. Las paredes de un pasillo largo utilizado como conducto secreto en el cual los seleccionados debían someterse a pruebas tenían 2.995 nombres escritos.
"Tenemos muchos documentos y entrevistas de ex miembros de la unidad 731 en ese documento que relatan la crueldad del ejército. También tenemos el testimonio de trabajadores que se vieron obligados a construir el lugar.
Las condiciones eran difíciles para los trabajadores chinos. Un archivo describe cómo 10.000 hombres fueron obligados a trabajar en la construcción de un proyecto militar. Cuando un gran número de trabajadores intentaron escapar, fueron capturados y arrojados a un pozo. Se utilizaron cañones de agua para impedirles salir de la fosa, donde se ahogaron o fueron enterrados vivos.
ObstáculosSegún el Archivo Provincial de Jilin, los 89 archivos constituyen sólo un pequeño fragmento de los registros. El Archivo planea publicar más archivos para ayudar al público a tener un mejor entendimiento de la historia de la ocupación.
Desde que Shinzo Abe llegara al poder en diciembre de 2012, el primer ministro japonés ha permitido que miembros de su gabinete visiten el Santuario de Yasukuni en Tokio, que honra a los muertos de la Guerra de Japón, incluyendo a 14 criminales de guerra, y que muchos consideran como un símbolo de la historia militarista de Japón.
El profesor Wang Jianxue dijo: "Las frecuentes visitas al santuario y la actitud de Japón hacia su historia bélica son obstáculos importantes para el proceso de restablecimiento de relaciones entre Japón y sus vecinos", dijo.
【1】 【2】
Noticias relacionadas: