BEIJING, 28 abr (Xinhua) -- China logró un crecimiento de 7,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre, desactivando una amplia especulación de 7,3 por ciento o incluso menor. Aquellos que manifestaron dudas sobre la cifra fracasaron por completo en captar el significado creciente del sector terciario de China en el impulso económico del país.
La parte del sector terciario del PIB se expandió sobre un 49 por ciento en el primer trimestre, luego de que sobrepasó al sector secundario en 2013 como el mayor soporte del PIB. Un cambio profundo y de largo alcance se registra en la estructura de la segunda economía más grande del mundo.
En el pasado, el desempeño del sector secundario cumplió un papel decisivo en el impulso de la economía, pero no mayor al actual. Si los observadores aún persisten en ver situaciones nuevas a través de un prisma viejo, los errores serán inevitables.
Es innegable que el valor agregado de las empresas industriales más grandes de China cayó a una baja de cinco años en el primer trimestre. Si la predicción del PIB fue hecha con base en el desempeño de las empresas industriales, un crecimiento de 7,4 por ciento podría estar lejos de alcanzar.
No obstante, si el fuerte impulso del sector terciario -el cual ha sido evaluado como un motor doméstico duradero en numerosos países desarrollados- fue tomado en cuenta, el crecimiento del 7,4 por ciento fue razonable y reflejado precisamente en el cambio estructural de la economía de China.
Un sector terciario vigoroso crea un gran número de nuevos empleos y explica por qué China con un sector secundario a la baja se desenvolvió en forma positiva para preservar el empleo de las personas.
En el primer trimestre, China creó más de tres millones de nuevos puestos de trabajo en las ciudades y pueblos, sobrepasando casi un tercio su meta anual. La alta tasa de empleo es una fuerza motora de una economía, un estabilizador en la sociedad y por supuesto es lo que persigue China.
En los últimos años, nuevos empleos generados en el sector secundario han tendido a la baja, mientras que reputan aquellos vinculados al sector terciario.
La razón recae en el hecho de que añadir un nuevo empleo en una fábrica implica mucha mayor inversión y recursos que los requeridos en un restaurante o en una peluquería.
En consecuencia, una economía aletargada puede generar igual o incluso más empleos mientras que permanezca robusto su sector terciario. Esa es exactamente la situación en China.
Comparado con la sobrecapacidad que amaga el sector secundario, el terciario registra un gran potencial que China puede impulsar aún más.
Con una rápida urbanización, una amplia población está estableciéndose en ciudades y pueblos en necesidad de servicios cotidianos. La falta de educación, cuidados en salud, enfermería y otros servicios crearán enormes oportunidades para diferentes tipos de inversionistas, incluyendo los privados.
Un sector terciario en expansión también significa un desarrollo más verde con calidad más alta en tanto que las firmas en el sector emiten mucho menos contaminantes y mejoran directamente el bienestar de las personas comunes.
Los cambios en la economía de China llaman a una renovada perspectiva. Una evaluación amplia y detallada del papel del sector terciario es clave para entender la economía de China.