Perú no participará en la compra de los activos de la petrolera multinacional española Repsol, informó hoy la estatal Petróleos de Perú (Petroperú).
Entre los negocios del grupo empresarial europeo figura la refinería La Pampilla, una cadena de unas 200 estaciones de expendio de gasolina y diesel, así como una planta de procesamiento de gas doméstico.
Con la confirmación de que la empresa estatal peruana se desiste de la compra de la refinería, el gobierno del presidente Ollanta Humala puso fin a la polémica desatada la semana pasada con las declaraciones del ministro peruano de Economía, Miguel Castilla, sobre la posible compra de activos de Repsol.
"El directorio, en sesión llevada a cabo en la fecha, acordó no continuar participando en el referido proceso", enfatizó el comunicado difundido por la empresa estatal.
Petroperú también explicó que al atender la invitación de Repsol, a través de sus asesores financieros, firmó un Acuerdo de Confidencialidad con la empresa española para evaluar de forma preliminar la posible oferta de algunos de sus activos en este país.
La empresa estatal peruana, que administra la segunda refinería más importante de Perú, la Refinería de Talara, situada en la costa norte del país, afirmó que en los próximos días priorizará la ejecución de su propia cartera de proyectos.
Petroperú desarrolla un plan de modernización en sus instalaciones, y cuenta con un plan de inversiones por un monto aproximado de 3.540 millones de dólares.
El sábado anterior, el presidente peruano firmó un decreto que reglamenta la Ley de Fortalecimiento y Modernización de Petroperú, el cual permite a esta empresa estatal participar en todos los niveles de producción petrolera, desde la explotación hasta el refinado. La refinería La Pampilla, que produce unos 102.000 barriles de carburantes diarios, tiene pasivos a largo plazo por unos 700 millones de dólares y pasivos contingentes por 900 millones de dólares.