Por Li Zongyuan
Pekín, 07/05/2014(El Pueblo en Línea)- El presidente de Estados Unidos Barack Obama aseguró durante una visita a Japón que Washington se compromete a defender al país nipón, e indicó que el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón incluye a las islas Diaoyu en disputa. Esta extensión del Tratado de Seguridad Estados Unidos y Japón sobre las islas Diaoyu es algo nuevo; fue confirmado por los documentos firmados durante la cumbre entre ambas naciones.
Más tarde, el 30 de abril, un alto funcionario estadounidense subrayó que el compromiso de Obama sobre las islas Diaoyu no debe interpretarse como una provocación hacia China. Esta es la posición típica de Estados Unidos, un cliché político y nada nuevo. Altos funcionarios estadounidenses tomaron una posición similar en el pasado, incluyendo el secretario de Estado y el secretario de Defensa.
La realidad es que estas observaciones no solo son una provocación hacia China, sino también una traición a la Historia de Estados Unidos y China.
Las islas Diayou han pertenecido a China durante siglos. En 1894, Japón lanzó una guerra de agresión contra China y robó las islas. A finales de noviembre de 1943, China, Estados Unidos y Gran Bretaña llevaron a cabo la Conferencia de El Cairo, en Egipto; la declaración de El Cairo fue publicada el 1 de diciembre. Este documento declara categóricamente que todos los territorios chinos robados por Japón, incluyendo el noreste de China, Taiwán y las islas Penghu deben ser devueltos a China. Esto fue un duro golpe a los invasores japoneses y un importante reconocimiento internacional de la soberanía e integridad territorial de China. Tres días después de la declaración de El Cairo, un informe especial en la portada del "The New York Times" decía que la Conferencia de El Cairo representa una revisión del territorio japonés y su soberanía antes de 1895.
China y Estados Unidos lucharon codo a codo en la guerra antifascista mundial e hicieron grandes sacrificios para derrotar el militarismo japonés. Si con el fin de mantener la Alianza de Estados Unidos y Japón, Estados Unidos traiciona la Historia y profana la dignidad y la memoria de las víctimas de su propia guerra, su acción será intolerable. Mientras Obama estaba en Japón, un nutrido grupo de políticos japoneses visitó el Santuario de Yasukuni, testimonio de la negación de la agresión de Japón. El gesto fue considerado también un insulto para el apoyo de Obama a Japón.
Para aplicar su supuesto "Equilibrio Estratégico en Asia", Estados Unidos ha caído en la trampa de tratar de restringir a China. Trata de aprovecharse de la Alianza de Estados Unidos y Japón para hacer a Japón cómplice de su estrategia de reequilibrio, restringir el ascenso pacífico de China y forzar concesiones sobre los intereses fundamentales de China. Al mismo tiempo, Japón se está aprovechando de la codicia estadounidense para causar problemas alrededor del tema histórico, dejando de lado la Constitución pacífica de autodefensa colectiva, provocando a sus vecinos con disputas territoriales y restableciendo el principio de las exportaciones de armas. La conducta de Japón ha causado preocupación a sus vecinos, incluyendo a China.
El ascenso pacífico de China no será obstaculizado por ningún país. Estados Unidos y Japón degustarán frutos amargos si siguen su traición a la Historia.
El autor es director adjunto del Memorial de la Invasión Japonesa al Pueblo Chino.