Dos agencias de la ONU emitieron un informe que muestra que el conflicto generalizado en República Centroafricana desde diciembre de 2012 ha causado la destrucción de formas de ganarse la vida, pérdidas de cultivos alimentarios y comerciales, ganado y activos productivos cruciales en ese país, dijo hoy a los reporteros un vocero de la ONU.
"La crisis sin precedentes en República Centroafricana está devastando la economía y la capacidad de las personas para cubrir sus necesidades básicas", indicó en la conferencia de prensa diaria Farhan Haq, portavoz adjunto de la ONU, quien citó el informe de dos agencias humanitarias de la ONU: la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). "La FAO y el PMA indicaron que el país necesita una larga y costosa operación humanitaria por al menos los próximos 18 meses para detener el creciente costo y preparar la vía para la reconstrucción de las formas para ganarse la vida".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó el sábado República Centroafricana para dirigir la atención del mundo a una crisis que ha estado marcada por las atrocidades y el sufrimiento generalizados y para pedir a los ciudadanos de ese país que aprendan lecciones de la vecina Ruanda y detengan la violencia.
"Hay un agujero en el corazón de Africa. Cada día, me levanto pensando en sus desventuras y problemas. En todas partes he pedido a los líderes que intenfiquen los esfuerzos", dijo Ban en un discurso ante el Consejo Nacional de Transición del país. "Algunos dicen que esta es una crisis olvidada", dijo Ban. "Estoy aquí para ayudar a asegurar que el mundo no la olvide".
La visita del secretario general se produce en medio de una reciente intensificación de los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en Bangui, capital de ese país. La crisis, iniciada en diciembre de 2012, ha provocado la muerte de miles de personas y 2,2 millones, cerca de la mitad de la población de República Centroafricana, necesita ayuda humanitaria. Más de 650.000 personas todavía están desplazadas internamente y más de 290.000 han huido a los países vecinos en busca de refugio.