El gobierno de Portugal aprobó hoy, en Consejo de Ministros, una iniciativa de ley que establece la convergencia de pensiones entre los sectores público y privado del país, que supone ahorros por unos 1.430 millones de dólares para el erario nacional.
La nueva ley prevé una reducción de 10 por ciento en las jubilaciones mayores a 600 euros (unos 780 dólares por mes).
La ley, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, fue aprobada luego de negociaciones con los sindicatos, que reclamaron sin embargo algunos puntos de la iniciativa por considerarla anticonstitucional debido a su carácter retroactivo.
La ley excluye no obstante recortes a los trabajadores jubilados mayores de 75 años, lo mismo que las jubilaciones por edad o invalidez para los minusválidos de las Fuerzas Armadas del país.
Además, elimina la posibilidad de que alguien con derecho a jubilación que se encuentre desempeñando alguna función pública de forma activa pueda optar por cobrar la jubilación en vez de la remuneración correspondiente al trabajo que realiza.
El gobierno anterior que encabezó José Sócrates como primer ministro, había impuesto la obligatoriedad de elegir entre la pensión y el sueldo por el trabajo que cumplía una persona. Ambas remuneraciones eran compatibles antes de la reforma de ley ahora aprobada.
Esa ley obligó por ejemplo al propio presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, a optar por la jubilación en vez del sueldo que devengaba en su cargo de presidente del país.
El gobierno conservador que encabeza el primer ministro socialdemócrata, Pedro Passos Coelho, estima que el impacto presupuestario de esta nueva ley de convergencia de pensiones entre los sectores público y privado será de casi 1.100 millones de euros (unos 1.430 millones de dólares).