Fiscales federales estadounidenses presentaron una querella criminal contra Edward Snowden y lo acusaron de espionaje, informó este viernes en su página web el diario The Washington Post.
Snowden, ex contratista de defensa que filtró programas de vigilancia clasificados de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), fue acusado de espionaje, robo y apropiación indebida de propiedad del gobierno, destacó el rotativo al citar a funcionarios estadounidenses.
Los fiscales federales norteamericanos han pedido a la Región Administrativa Especial de Hong Kong de China, hacia donde se cree escapó el joven de 29 años, detenerlo con una orden de arresto provisional, aseguraron los funcionarios al periódico.
La querella fue presentada en el Distrito Oriental de Virginia, jurisdicción donde tiene su sede central el ex empleador de Snowden, Booz Allen Hamilton, y un distrito con muchos antecedentes en el procesamiento de casos con implicaciones para la seguridad nacional.
Dos programas de vigilancia de la NSA, uno que recopila registros de llamadas en Estados Unidos y otro que supervisa datos de internet, fueron revelados a principios de este mes gracias a las filtraciones de Snowden.
Según despachos periodísticos, bajo el programa de vigilancia en internet llamado PRISM, la NSA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) entraban de manera secreta y directa en los servidores centrales de nueve compañías de internet estadounidenses, extrayendo audios, vídeos, fotos, emails, documentos y registros de conexión que permitían a los analistas rastrear los movimientos de las personas y sus contactos con gran rapidez.
Snowden admitió haber filtrado los detalles de dos programas de vigilancia secretos de la NSA el 9 de junio. El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó desde entonces el inicio de una investigación criminal sobre las revelaciones.
El presidente Barack Obama y funcionarios de la comunidad de inteligencia estadounidense destacaron que el programa de vigilancia en internet estaba dirigido contra extranjeros y había ayudado a desmantelar complots terroristas.
Al intervenir en una sesión la semana pasada, el director del FBI, Robert Mueller, instó a tomar "todas las medidas necesarias para detener a la persona responsable de las filtraciones", pero se negó a comentar públicamente los detalles de la actual investigación.