JERUSALEN, 9 jun (Xinhua) -- La desintegración de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los Altos del Golán subraya el hecho de que Israel no puede dejar su seguridad a cargo de las fuerzas internacionales, dijo hoy domingo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
Netanyahu se refería a la decisión de Austria, anunciada el jueves pasado, de retirar sus 380 elementos de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (Undof, por sus siglas en inglés) que monitorea el acuerdo de cese al fuego de 1973 firmado entre Siria e Israel.
"Si bien (las fuerzas de la ONU) forman parte de los acuerdos, no pueden constituir las bases de la seguridad de Israel", dijo hoy Netanyahu a su gabinete al comienzo de su reunión semanal.
Netanyahu dijo que introducirá tema en las conversaciones que sostendrá en la semana con John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos.
En los comentarios que realizó durante la reunión del gabinete, el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Yuval Steinitz, hizo eco de las declaraciones de Netanyahu al decir que la separación de Austria del Golán demuestra que no se puede confiar en las fuerzas multinacionales.
"Vemos que ese tipo de fuerzas son valoradas en Líbano contra Hizbulá, en el Sinaí contra los grupos globales yihadistas y los traficantes de armas, y ahora en los Altos del Golán", dijo Steinitz, citado por el sitio de noticias Walla.
"Cualquiera que piense que sea posible combinar fuerzas multinacionales en la defensa del centro de Israel como parte de una solución diplomática está engañándose", agregó el ministro.
El jueves, Austria decidió retirar de la fuerza sus 380 tropas, más de la tercera parte de los 1.000 elementos de mantenimiento de la paz que componen la Undof.
La ONU considera la acción como un golpe a la misión en los Altos del Golán, un área que Israel arrebató a Siria y anexó como consecuencia de la guerra de 1967.
La decisión austriaca de retirar a sus fuerzas de la Undof se produjo horas después de que los rebeldes capturaran el cruce fronterizo de Quneitra, controlado por la ONU, durante las intensas batallas con las tropas sirias, que posteriormente recuperaron el lugar.