El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se involucró hoy en el lío provocado por el Servicio de Ingresos Internos de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) y prometió que los responsables de los escrutinos adicionales a los grupos políticos conservadores serán llamados a "rendir cuentas".
Obama realizó los comentarios durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca y dijo: "No tendré paciencia con esto. No lo toleraré y nos aseguraremos de descubrir exactamente lo que ocurrió".
Obama se refirió así a la revelación de que empleados del IRS de la oficina de Ohio clasificaron a los grupos con las etiquetas de "patriota" o "Tea Party" para realizar revisiones adicionales durante las elecciones del año pasado con el fin de determinar si habían violado su estatus de exención de impuestos. Los republicanos se enfurecieron.
Obama dijo que se enteró del asunto por los medios y calificó de "escandalosa" dicha conducta.
"No hay cabida para esto y tendrán que ser llamados a rendir cuentas plenamente", dijo Obama.
"No queremos que el IRS sea considerado nunca como parcial o algo menos que neutral en términos de cómo opera", dijo Obama. "Entonces, esto es algo con respecto a lo cual la gente... tiene razón en preocuparse".
La administración ya se encuentra realizando una investigación del asunto.