El parlamento de Serbia aprobó hoy, con 173 votos a favor y 24 en contra, la ratificación un acuerdo rubricado por el primer ministro serbio, Ivica Dacic, y el líder kosovar Hashim Thaci el pasado 19 de abril en Bruselas sobre la normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo.
El Acuerdo de Bruselas otorga la autonomía a la región del norte de Kosovo, cuya población es mayoritariamente de la etnia serbia, en lo que se refiere a la atención médica, la educación y el mantenimiento del orden.
Según el acuerdo, las fuerzas de seguridades kosovares no tendrán autorización para patrullar la región serbia, excepto en casos de desastres naturales y con la aprobación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de las autoridades serbias.
El acuerdo, alcanzado tras diez rondas de negociaciones bajo los auspicios de la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, fue descrito como un avance histórico y un gran éxito de la diplomacia europea por funcionarios comunitarios y de Estados Unidos, por proporcionar una paz duradera y un futuro europeo para ambas partes.
En su discurso pronunciado en el parlamento antes de la votación, Dacic indicó que el acuerdo representa la mayor parte de que resultaba alcanzable y da continuidad al proceso de integración de Serbia a la UE, lo cual es de importancia vital para el país balcánico.
"Hoy no sólo hablamos del Acuerdo de Bruselas, sino también sobre qué tipo de Serbia tendremos mañana: una pobre y humillada, o una Serbia fuerte y desarrollada en la que haya algo para todos", dijo Dacic.
En cuanto a las consecuencias de un rechazo al acuerdo, el primer ministro serbio dijo que en tal situación, Kosovo habría continuado por su propia cuenta avanzando hacia la UE, mientras que Serbia se habría alejado del camino y se habría aislado.
"Alguien tiene que poner fin al pasado, a la miseria y a interminables derrotas", subrayó Dacic.
Kosovo, una provincia serbia, declaró de manera unilateral su independencia en 2008. Sin embargo, Serbia se niega a reconocerlo como un país independiente. La UE ha condicionado la incorporación de Serbia al bloque a que este país normalice sus relaciones con los vecinos, en especial con Kosovo.