Pekín, 24/01/2014(El Pueblo en Línea)- El 22 de enero de 2014, el periodista del Pueblo en Línea realizó una entrevista especial al vicepresidente de la República de Ecuador, Jorge Glas Espinel, quien llegó el domingo pasado a China para cumplir con una amplia agenda de actividades con el objetivo de lograr nuevas oportunidades para una cooperación mutua en industrias básicas, transferencia de tecnología y conocimiento, etc.
Periodista: ¿Es la primera vez que usted visita China? ¿Qué le impresiona de China y qué le interesa más de China? ¿En que aspectos ha notado cambios en China?
Jorge Glas: He estado varias veces en China como ministro de Estado antes de ser electo vicepresidente constitucional de la República de Ecuador. China es una sociedad en continuo crecimiento, con una visión de desarrollo muy importante, diría yo que tiene niveles impresionantes, que va de la mano con ese continuo fortalecimiento de las relaciones entre la República Popular de China y el pueblo ecuatoriano, lo que ha hecho que las relaciones entre China y Ecuador atraviesen el mejor momento de toda su Historia sin duda alguna. Hemos generado proyectos de infraestructura con financiamiento de más de setenta empresas chinas que trabajan en Ecuador. En los últimos años lo que ha cambiado ha sido el enorme interés de las empresas chinas por trabajar en mi país, el respaldo de las instituciones financieras y del gobierno de la República Popular China a las empresas que quieran invertir y que quieran desarrollar proyectos en Ecuador. Esto supone un cambio importante porque es producto de un proceso de generación de confianza entre ambas partes que benefician mutuamente a ambas naciones y que ya comienza a dar sus resultados después de estos años de cooperación.
Periodista: ¿Podría hablarnos sobre el propósito de esta visita y cuales expectativas tiene?
Jorge Glas: Ecuador está planteándose un cambio estructural en su modelo económico. Somos un proceso político que acaba de cumplir siete años en el poder, con el presidente Correa a la cabeza, como presidente constitucional de la República de Ecuador, y hemos generado bienestar, condiciones de buen vivir para la mayoría de los ecuatorianos. Algunos logros económicos y sociales son importantes destacar: somos el país que más invierte en infraestructura respecto a su producto interior bruto de todos los países de la región; somos el país que más invierte en salud y educación respecto a PIB, llegando a techos históricos y continuamos mejorando la calidad de vida de los ecuatorianos; somos el país que más reduce pobreza, el que más reduce inequidad de los países de la región. Estos logros sociales han venido acompañados de una fuerte inversión en infraestructuras, en hidroeléctricas, termoeléctricas, puertos, aeropuertos, carreteras, hospitales, escuelas, es decir, los ecuatorianos han visto como ha cambiado la calidad de vida. Ecuador en radicalmente distinto en el año 2014 a lo que era en el año 2007. En este escenario, sabiendo que tenemos un capital social importante de recursos naturales no renovables, tenemos el gran desafío de cambiar la estructura económica de Ecuador, y eso diría yo, independientemente de que nuestra misión ha permitido establecer un diálogo muy positivo con las máximas autoridades del gobierno de la República Popular de China, como el vicepresidente, que nos recibió el lunes en una amena conversación y compartimos experiencias, visiones de desarrollo, visiones acerca del socialismo del siglo XXI o socialismo del buen vivir que estamos aplicando en Ecuador, que es un modelo en construcción e innovación permanente. Indudablemente, el objetivo de este viaje es presentar las oportunidades que representa ese cambio estructural económico en Ecuador que va de la mano de un proceso de industrialización. Ecuador es muy dependiente de recursos naturales no renovables; es un país primario exportador, un país que depende de productos primarios como el petróleo, el banano, el camarón, las flores o el cacao, lo cual representa vulnerabilidad para nuestra economía en un sentido, porque los precios en el mercado lo fija la demanda y los distintos carteles que fijan los precios de estos productos primarios, y por otro lado, tenemos una gran dependencia de un recurso que es agotable, como es el petróleo, que se acabará en algún momento, y tenemos que prepararnos para esa economía post-petrolera; aprovechar los recursos no renovables que tenemos hoy y transformarlos en un modelo de industrialización, de fortalecimiento de talento humano, de generaciones de sistemas de innovación, investigación, ciencia y tecnología, y en eso tenemos mucho que aprender de China. China ya se enfrentó a un proceso de industrialización hace más de treinta y cinco años que ha sido exitoso, por lo tanto lo más relevante en esta misión es presentar esa propuesta ecuatoriana que representa oportunidades para empresas chinas, sobre todo en industrias pesadas, siderurgia, metalurgia, refinación de cobre, petroquímica avanzada. Ecuador está construyendo una refinería de más de 200.000 barriles por día que tiene petroquímica básica y estamos consolidando la participación de un socio chino, la empresa CNPC con el 30% de las acciones de esta refinería, pero ya estamos planteándonos el siguiente desafío: un pueblo petroquímico, pero no solamente para Ecuador, sino también para la región. Queremos que China no solo vea a Ecuador como el mercado que representa la República de Ecuador sino parte de la Comunidad Andina de Naciones, un país que es miembro de la ALADI, que ha solicitado ser miembro pleno del MERCOSUR con las distintas formas de integración política, comercial y de diversa naturaleza que se están realizando en Latinoamérica, es decir, esta propuesta de seguir estrechando los lazos entre China y Ecuador, no solamente en el área de energía o de cooperación financiera y de infraestructura, sino también las experiencias de innovación, de fortalecimiento de talento humano, en el ámbito académico entre Ecuador y China, y en esta estrategia para el cambio de la matriz productiva que va de la mano con un proceso de industrialización acelerada.