El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, dijo hoy que el arsenal decomisado el pasado martes en el oeste del país se logró tras la desarticulación de una red de narcotraficantes locales que planeaba enviar las armas al cártel criminal mexicano de "Los Zetas".
Las armas, que incluyen granadas antitanque, iban a ser enviadas a Los Zetas a través de otra red con alguna relación con bandas criminales de El Salvador, "particularmente el cártel de Texis", indicó el mandatario.
La Fiscalía General de la República (FGR) decomisó el martes pasado 213 granadas antitanque M90, las cuales estaban escondidas en una propiedad rural en el oeste de El Salvador.
La FGR investiga si hay militares involucrados en el tráfico de este armamento dirigido a estructuras del narcotráfico en Guatemala y México.
El presidente Funes señaló que estas armas fueron sustraídas de la Fuerza Armada, de las bodegas de la Fuerza Armada.
"Todos los que estén involucrados en esta operación de robo de esas armas de guerra a la Fuerza Armada para trasladarlos a un cártel mexicano serán detenidos, serán procesados conforme a la ley", afirmó el jefe de Estado.
En las próximas horas arribarán a El Salvador miembros del Departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos, con la finalidad de participar en la investigación, informó el gobierno salvadoreño.
El cártel de Los Zetas es uno de los grupos criminales más sanguinarios de México que también opera en suelo guatemalteco.