Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 28 sep (Xinhua) -- Los cubanos recuerdan hoy la fundación, hace 53 años, de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), una organización barrial creada por el entonces primer ministro Fidel Castro para preservar el triunfo guerrillero del 1 de enero de 1959.
Los CDR son la mayor organización de masas del país, que agrupa a más de ocho millones de cubanos (92,6 por ciento de la población mayor de 14 años), en 138.000 comités en cada barrio de la isla.
Este sábado concluye el VIII Congreso de esa organización, a cuyas sesiones ha asistido el presidente Raúl Castro, así como delegaciones de movimientos populares solidarios de México, Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay.
También participan delegados de Brigada de Vecinalistas Nou Barris, del Partido Comunista de Barcelona, España, y del Comité Central del Frente de la Patria de Vietnam.
Como es costumbre en el último medio siglo, la noche de este viernes, miles de cubanos se reunieron en las cuadras para cocinar la tradicional caldosa, una sustanciosa sopa de viandas y carnes que comparten entre todos, en una acción festiva para celebrar el nacimiento de la organización.
Aquel 28 de septiembre de 1960, un mar de pueblo se había reunido en el antiguo Parque Zayas, una bella explanada que se abre hacia la entrada de la Bahía de La Habana.
Frente al antiguo Palacio Presidencial, los habaneros habían ido de recibir a Castro, quien esa tarde había regresado de un viaje a la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, donde participó en la XV Asamblea General de la ONU.
Cuando el joven comandante hablaba a la multitud reunida en la Avenida de las Misiones, dos bombazos resonaron en la noche y hubo una conmoción general, pero Castro reaccionó convocando a las masas a defender calle por calle un proyecto social que ya recogía la hostilidad de Estados Unidos.
Implantaremos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana para que el pueblo vigile, para que el pueblo observe, y para que vean que cuando la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni vendido a los imperialista que pueda moverse, dijo el premier.
Aquella misma noche comenzaron los trabajos organizativos en cada cuadra y centro de trabajo donde se reunieron los vecinos bajo la divisa con la guardia en alto que señalaba a la vigilancia como la principal tarea.
Medio siglo más tarde, los CDR tienen hoy unos 8 millones 800.000 afiliados, y han asumido una serie de tareas comunitarias que ya casi resultan imprescindibles en la isla.
Convertidos en la más masiva organización cubana, los CDR se ocupan de recoger donaciones voluntarias de sangre, organizar campañas de vacunación infantil o trabajos de saneamiento.
El trabajo de esa entidad ha permitido que Cuba logre hoy una donación de sangre por cada 23 habitantes, cota superior a la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una por cada 20 personas para países desarrollados.
El saneamiento de las cuadras, con el trabajo voluntario de los propios moradores, es otra de las tareas actuales de los CDR que además se ocupan de la recogida de materiales de desecho para el reciclaje.
Entre las tareas de la organización barrial también están las de organizar guardias de vigilancia vecinal nocturna, dar informes sobre vecinos a centros de trabajo o movilizar a la población para acudir a actos políticos.
La organización constituye también un respaldo a los esfuerzos de la Defensa Civil para prevenir y disminuir las pérdidas de vidas humanas y materiales ante huracanes y otros desastres naturales.
El teléfono móvil cumple 40 años
Viaje por China: cada día más fuera del alcance
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
