Plan para ayudar a los ancianos |
Pekín, 29/09/2013(El Pueblo en Línea)- Se necesitan esfuerzos para resolver los problemas que hacen que los propietarios de viviendas y las instituciones financieras desconfíen de casas por pensiones.
Este mes, el Consejo de Estado se comprometió a completar una red de atención social a las personas de 60 o más años de edad en 2020. Entre las políticas propuestas dedicadas a servir a la mayor población de edad avanzada en el mundo, el plan de préstamo de hipoteca inversa ha recibido respuestas diversas.
Bajo esta nueva política, que es más conocida como “programa de casa por pensión”, los propietarios de casa pueden entregar la escritura de su casa a una compañía de seguros o a un banco, que tendrá evaluará la vivienda y calculará la esperanza de vida del solicitante y luego pagará una cantidad fija de dinero cada mes. Esto permitiría a las personas mayores vivir en su propia casa y recibir pagos regulares durante el tiempo que viven. Después de que fallecen, la casa será vendida para pagar el préstamo y los intereses y los acreedores hipotecarios se beneficiarán del incremento del valor del activo.
Las hipotecas inversas se han convertido en una opción práctica para los ancianos en Estados Unidos, Canadá, Japón y muchos otros países, como una herramienta financiera para complementar las pensiones de la gente. De hecho, no es una idea nueva en China. En 2003, la Comisión Reguladora de Seguros de China presentó un informe sobre las hipotecas inversas al Consejo de Estado y varias ciudades, como Shanghai y Nanjing, han probado el programa, pero no les ha ido muy bien.
El Comité Nacional de China sobre Envejecimiento calcula que a finales de 2013, China tendrá más de 200 millones de ciudadanos de 60 o más años de edad, que representará el 14 por ciento de la población total. El número actual de residencias públicas no puede satisfacer la creciente demanda de la población que envejece rápidamente y la nueva política de vivienda por pensión pretende ayudar a los ancianos a vivir cómodamente en sus últimos años de vida.
Sin embargo, la última propuesta del Consejo de Estado para las hipotecas inversas es sólo un programa piloto y enfrenta una batalla cuesta arriba para ser aceptado. Un obstáculo importante es el escepticismo generalizado entre los propios ancianos.
El programa está diseñado para liberar efectivo para las personas mayores y les permite hacer un mejor uso de sus recursos de vivienda. Sin embargo, para muchas personas mayores, sus casas valen una vida de trabajo duro y no es fácil para ellos pedir dinero a cambio de su patrimonio ganado con el sudor de su frente. Incluso si tienen más de una propiedad, están más dispuestos a alquilar para obtener ingresos adicionales.
También hay un obstáculo para las hipotecas inversas, porque las casas son consideradas la mejor opción de consolidar el vínculo entre las generaciones. Por esta razón muchas personas creen que el programa sirve principalmente a quienes no tienen hijos, o que ya fallecieron o que viven lejos. La falta de comprensión acerca de cómo funciona el programa y cómo se calculará la suma fija que se pagará cada mes y otras cuestiones de trámites también han generado desconfianza entre los ancianos.
Los bancos se han encontrado con dificultades para impulsar la confianza de los consumidores, y como el negocio de casa por pensión implicaría una amplia gama de servicios de intermediación, tales como la evaluación de bienes raíces y asesoría legal, serían necesarios los esfuerzos de los proveedores de servicios relacionados para aumentar su credibilidad.
Además, se necesita un sistema de intervención del gobierno para hacer frente a cualquier problema que pueda existir en un producto de hipoteca inversa, y será necesario un sistema de garantía del gobierno para ayudar a construir la confianza entre las instituciones financieras y los propietarios de edad avanzada. Por desgracia, todavía no hay una norma específica al respecto, y tampoco hay ningún tipo de supervisión transparente del negocio.
Por otra parte, las hipotecas inversas suponen riesgos para ambas partes y factores como las expectativas de interés a largo plazo y los cambios en las políticas de tipos de interés afectan directamente a sus ingresos reales. Mientras tanto, hay una asimetría de información, porque en comparación con las instituciones financieras, los propietarios están más familiarizados con la calidad de sus bienes. Esta asimetría aumenta el riesgo para las instituciones financieras y aumenta las dudas sobre el programa.
Por estas razones, el mercado de vivienda por pensión será limitado, y será difícil que el programa gane tracción a corto plazo. En el largo plazo, es posible que el programa beneficie tanto a las empresas y los bancos mayores, aliviando la escasez de fondos para la atención de personas mayores, la revitalización de los recursos de vivienda y la ampliación de la actividad aseguradora.
Sin embargo, para que el programa de casa por pensión se establezca como un nuevo pilar, la evaluación de propiedades, el cálculo de pensiones y la asignación de capital son los principales temas que requieren una atención especial y esfuerzos de investigación.
(Zhao Xiao es profesor de la Escuela de Economía y Administración de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pekín, y Xue Xiaoyu es doctorando de economía en esa institución)