LA HABANA, 24 sep (Xinhua) -- El gobierno cubano autorizó la creación de otras 73 cooperativas no agropecuarias (también llamadas "urbanas"), como parte de la continuación del proceso de "actualización" del modelo económico de la isla.
Medios locales informaron este martes que el Consejo de Ministros dio la aprobación durante una reunión encabezada por el presidente Raúl Castro el 21 de septiembre.
Este grupo de cooperativas no agropecuarias -tercero que aprueban las autoridades desde julio último- incluye a 41 asociaciones que se desprenden de la actividad estatal y 32 de la privada.
El vicepresidente Marino Murillo señaló que 38 de estas cooperativas se dedicarán al comercio y la gastronomía, 33 a las construcciones, una a la industria y una al transporte.
Estas 73 nuevas formas de gestión operarán en moneda nacional (CUP) y divisas (CUC), se constituirán con aporte financiero de los socios, solicitarán créditos bancarios, y los precios serán por oferta y demanda.
Resalta en el grupo la primera cooperativa dedicada a la exportación, que comercializará aves ornamentales como canarios y periquitos.
El presidente de esa cooperativa y titular de la Asociación Ornitológica de Cuba, Rafael Flores, subrayó que esta agrupación, formada por trabajadores de una antigua empresa estatal, es la "única autorizada a exportar e importar" entre las más de 200 nuevas cooperativas de la isla.
Entre sus principales mercados están México, Panamá, Guatemala, y se realizan gestiones para "conquistar los de Qatar, Indonesia, Canadá y algunos países de la Unión Europea".
Murillo puntualizó que en este nuevo grupo se mantiene el principio de que el Estado continúa siendo dueño de los medios fundamentales de producción, al tiempo que se libera de las actividades que no son fundamentales en el desarrollo económico del país.
La creación de cooperativas no agropecuarias comenzó en julio último como "una forma socialista de propiedad colectiva, en diferentes sectores, las que constituyen una organización económica con personalidad jurídica y patrimonio propio, integradas por personas que se asocian aportando bienes o trabajo.
Este proceso "experimental" se inició con 124 cooperativas en varios sectores de la economía, incluidas 99 de la esfera del comercio, 12 de la construcción, 11 del transporte y dos del sector industrial (recuperación de materias primas).
Su objetivo fundamental es la producción y prestación de servicios útiles a sociedad, mediante la gestión colectiva, y deben ser capaces de cubrir con sus ingresos los gastos y obligaciones tributarias.
Las autoridades aseveran que el proceso "marcha como estaba previsto", pero precisan que "es muy temprano aún para hablar de resultados notables de esas entidades".
En opinión de la jefa del Grupo de Perfeccionamiento Empresarial de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, Grisel Tristá, el breve tiempo transcurrido valida la necesidad de avanzar en esta forma de producción y servicios.
El cooperativismo urbano es parte de un programa oficial cuyo fin es llevar al sector no estatal a "aportar" cerca de un 50 por ciento del producto interno bruto (PIB) hacia el fin del actual quinquenio, de acuerdo con planes oficiales.
La intención de las autoridades es hacer "más dinámica la economía" interna y estimular la productividad, a la par de reducir los gastos del Estado con la disminución de plantillas y hacer ajustes, sin eliminarlos, de los presupuestos sociales.
Dentro de esos objetivos, el sistema cooperativo da un dinamismo "descentralizado" a la iniciativa personal, manteniendo el gobierno el poder de decisión en cuanto a la economía nacional.
Las cooperativas urbanas tienen en cuenta experiencias adquiridas por sus similares de producción agropecuaria en la isla.
Hasta mediados de este año, las únicas asociaciones productivas permitidas en la nación caribeña eran en el sector agrícola, que desde los años 60 cuenta con las de Créditos y Servicios (CCS), las de Producción Agropecuaria (CPA) fundadas en 1976 y las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), instituidas en 1993.
Entre esos tres tipos de producción suman unas 5.800 cooperativas en el sector agrícola.
El presidente de la Sociedad de Cooperativismo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (Anec), Alberto Rivera, reconoció que dicha forma de producción en el sector agropecuario cubano demostró sus potencialidades y vías de desarrollo, más allá de las dificultades afrontadas.
Puntualizó que las nuevas cooperativas son empresas que se insertan en un "modelo de planificación socialista" y contribuyen al desarrollo económico, productivo y social de la localidad, la comunidad y la sociedad en su conjunto.