La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que las inversiones realizadas en el país en el sector del petróleo son para "acabar con el maleficio del petróleo", que según ella afecta a los países productores.
Rousseff participó hoy en Porto Alegre (sur de Brasil) en la firma para la construcción de dos plataformas para la explotación de petróleo y para la entrega de otra plataforma, con una inversión de 800 millones de dólares cada una, realizadas en el astillero Río Grande.
"Estamos haciendo todo esto para evitar la maldición del petróleo, y todos aquellos que teorizan sobre la maldición del petróleo fueron los países que crearon la Opep, que es un país rico con una nación y un pueblo pobre, esa era la maldición", dijo la mandataria.
Rousseff afirmó que el descubrimiento del presal, en aguas profundas, impulsó el crecimiento económico de la industria brasileña.
Rousseff describió como ejemplo la licitación del Campo de Libra, en el litoral sureste de Brasil donde se calcula que hay varios millones de barriles a ser producidos y que debe generar una demanda de entre 12 y 17 plataformas de petróleo nuevas.
"Brasil empieza a explotar las gigantescas áreas que descubrió con un nivel avanzado de su industria y con capacidad de abastecer a las petroleras", agregó la presidenta de Brasil, quien explicó que las construcciones de las plataformas requerirán unas inversiones de unos 6.000 millones de dólares y generarán unos 18.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
En el mismo acto, la presidenta de la petrolera estatal Petrobras, Maria das Gracas Foster, indicó que hasta 2020, la capacidad de producción de la empresa debe doblarse.