LA PAZ, 22 ago (Xinhua) -- El gobierno de Bolivia exigió hoy a la oposición política a respetar el trabajo de evaluación que realizará el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade) sobre los resultados del Censo de Población y Vivienda 2012.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, consideró como "irrespetuoso y un exabrupto" las observaciones que hizo la derecha opositora a esta labor censal.
"Si la Celade dice que un informe consistente lo vamos a tener el año próximo, seamos respetuosos de un organismos internacional que desde hace décadas está asesorando técnica y científicamente no sólo a Bolivia, sino a varios países de América Latina sobre los censos de Población y Vivienda", afirmó el ministro.
La oposición descalificó al Celade porque considera que no está asumiendo con seriedad las demandas de las regiones sobre el censo.
El director del Celade, Dirk Jaspers, tras arribar al país para conocer la encuesta censal, ante el descontento y la susceptibilidad que provocaron los resultados, anticipó que la institución que representa realizará una evaluación y no una auditoría del proceso, cuyos primeros resultados se conocerán en julio del próximo año.
La oposición consideró que la postura de Jaspers es una forma de avalar las irregularidades que pudieron presentarse.
La Celade y el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzarán a trabajar sobre la base de los datos oficiales del Censo 2012, para que hasta julio de 2014 se tengan los primeros resultados.
El ministro Quintana manifestó que la oposición quiere encontrar una institución a medida y semejanza de sus opiniones y creemos que eso es difícil de logar.
"Una cosa es su opinión y otra es la de las instituciones u organismos internacionales que tienen razones técnicas y científicas para emitir informes", expuso.
El director del Celade aclaró que no se hará una "auditoría técnica" al Censo 2012, sino una "evaluación poscensal" y que su primer resultado estará en julio de 2014.
El Celade llegó al país a pedido del gobierno para auditar la encuesta censal, en respuesta a protestas y medidas de presión anunciadas en varias regiones del país por el descontento que causaron los resultados del censo de noviembre de 2012.
Jaspers informó que el proceso arrancará en tres semanas, pero no especificó un plazo para su conclusión que podía tardar algunos meses.
"Se trata de una labor de largo aliento", sostuvo.