El ministro colombiano del Interior, Fernando Carrillo, descalificó hoy el informe que entregó las Naciones Unidas por la muerte de cuatro campesinos que murieron durante las protestas en la región del Catatumbo, incomunicada del resto del departamento de Norte de Santander (noreste) a raíz de las manifestaciones que mantienen los labriegos.
"Me parece que no es el momento para proferir un juicio de esa naturaleza y creo que es improcedente, la competencia, la soberanía en materia de investigación la tiene en Colombia la Fiscalía General de la Nación", sostuvo el funcionario a periodistas.
Según el ministro, el gobierno quedó "sorprendido" por la rapidez con que la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) realizó el informe sobre la muerte de los cuatro campesinos, quienes fallecieron de acuerdo al organismo internacional por los disparos de las autoridades.
"No sé, si un organismo internacional pueda emitir un resultado de una investigación judicial de manera tan rápida y creo yo que inoportuna en momentos en que estamos cerrando la negociación con los campesinos del Catatumbo", añadió el jefe de la cartera del Interior.
A su turno, el Ministro de Defensa aseguró en un comunicado que la Fiscalía General de la Nación inició una investigación por la muerte de cuatro campesinos que estaban las protestas que se realizaron en la localidad de Tibú.
"El Ministerio de Defensa y el gobierno son los primeros interesados en que se determinen las circunstancias en que presentaron estas muertes. Hasta tanto la Fiscalía General de la Nación finalice su investigación y establezca las circunstancias en que fallecieron estas personas, es irresponsable y temerario hacer cualquier tipo de afirmación que pretenda validar alguna de las causas posibles", señaló un comunicado.
"Del mismo modo, el Ministerio de Defensa ha solicitado que la Fiscalía investigue y determine los responsables de las heridas a 42 miembros de la Policía que han sido víctimas del uso indiscriminado de armas de fuego, explosivos, tatucos (explosivos artesanales) y otras armas letales utilizadas en contra de la Fuerza Pública durante los bloqueos en el Catatumbo", agregó.
Inicialmente, el Todd Howland, representante en Colombia de la ONU, informó que ellos constataron que se presentaron "disparos con fusiles de alta velocidad, usualmente de dotación de la fuerza pública, y por lo tanto, indicaría uso excesivo de la fuerza en contra de los manifestantes, lo que habría provocado la muerte de cuatro campesinos" .
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, designó el lunes pasado dos comisiones de ministros y viceministros para que enfrenten la situación que atraviesa la región del Catatumbo, donde desde hace un mes se presentan bloqueos y situaciones que alteran el orden público.
La Fuerza Pública aseguró que en las protestas de Norte de Santander estaban infiltradas por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), versión que fue rechazada por los manifestantes.
Una semana atrás el presidente Santos invitó a los líderes de la protesta a negociar, pero éstos se negaron tras conocer que no dialogarían con el propio mandatario.
Actualmente, el gobierno negocia con los líderes campesinos, quienes piden la sustitución de cultivos ilícitos, la reserva campesina y suspender la explotación minera.