El presidente de Haití, Michel Martelly, cumplió el martes dos años en el poder satisfecho de los logros de su administración y con la promesa de que seguirá trabajando por el desarrollo económico de su país.
"En estos dos años de gobierno se ha hecho más que lo que hicieron mis antecesores", dijo Martelly la víspera durante la inauguración de la remozada plaza Boyer, al este de Puerto Príncipe, un emblemático parque que estuvo ocupado hasta hace poco por damnificados del terremoto de enero de 2010.
La celebración se inició este martes con un servicio religioso de carácter ecuménico en los jardines del destruido Palacio Presidencial, en cuyo frente se levantó una tarima para la presentación de un festival musical.
Cientos de personas se congregaron en Champ de Mars, en los alrededores de la sede del Ejecutivo, y en calles aledañas donde la Presidencia colocó pasacalles con las fotografías de Martelly y de su primer ministro, Laurent Lamothe, y el lema en creole "Vitwa se toujou pou pèp la" ("La victoria es siempre del pueblo").
Pero también se produjeron manifestaciones contra el gobierno que fueron controladas por la policía nacional.
Martelly dijo que su gobierno está haciendo todo lo posible para fortalecer las instituciones y citó entre uno de sus principales logros el establecimiento del Colegio Transitorio del Consejo Electoral Permanente, encargado de convocar este año a elecciones parciales.
El gobernante haitiano también destacó los avances en el manejo de la seguridad pública y los logros en la educación.
"La verdadera victoria es que después de 15 y 20 años, todos los niños que van a la escuela podrán convertirse en ingenieros, médicos y empresarios, y no en generaciones perdidas porque los dirigentes anteriores no hicieron nada por ellos", dijo Martelly.
El presidente reconoció, sin embargo, que aún queda mucho por hacer, y llamó al pueblo haitiano a mantener la calma y a esperar que las cosas mejoren.
Michel Joseph Martelly asumió la presidencia de su país el 14 de mayo de 2011, con la promesa de restablecer la autoridad, el orden y la disciplina del Estado, además de la seguridad jurídica, esencial, según afirmó entonces, para lograr la estabilidad del país, promover el desarrollo y atraer inversiones extranjeras.
Lanzado por el partido Repons Peyizan(Respuesta Campesina) y con el apoyo de Estados Unidos, el artista de 51 años ganó la presidencia el 20 de marzo de 2011 con un abrumador 67,57 por ciento de los votos, al enfrentarse a la ex primera dama Mirlande Manigat, que apenas logró el 31,74 por ciento.
La aplicación de reformas anunciadas durante su campaña fue demorada debido a diferencias con el Poder Legislativo, que en los primeros meses de su mandato rechazó a dos candidatos a primer ministro propuestos por el gobernante.
Este lunes, el gobernante haitiano respondió también a las recientes críticas del expresidente Jean Bertrand Aristide y líder de la organización política Fanmi Lavalas, al sostener que su administración ha tomado medidas de corto y mediano plazo para mejorar las condiciones de vida de los grupos más vulnerables.
"Esta es la primera vez que el gobierno de Haití ha comenzado a alimentar a su población", dijo Martelly, al llamar la atención sobre el impacto de los programas de asistencia social que aplica su administración.
El mandatario agregó que su gobierno está trabajando al máximo para fortalecer la producción agrícola nacional, a través de importantes proyectos como el dragado de canales en todo el país, que no fueron limpiados en los últimos cincuenta años, y que aumentará la cantidad de tierra cultivable.
El gobernante añadió que el programa contra el hambre que ejecutar su gobierno, inclusive ha comenzado a generar riqueza, ya que las agencias compran a productores locales los alimentos que se distribuyen entre los grupos vulnerables.
"El país estaba dirigido por personas que buscaban solamente los votos de los ciudadanos", dijo Martelly, quien la semana pasada perdió un importante respaldo en la Cámara de Diputados, al haber crearse un nuevo bloque compuesto por disidentes de la fuerza que apoya al mandatario.
El mandatario haitiano reiteró también su "firme determinación" de seguir trabajando por el desarrollo económico de Haití, y aseguró que las autoridades han intensificado una campaña para fomentar la producción nacional.
El 12 de enero de 2010, un terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter sacudió Puerto Príncipe y otras localidades del sur y suroeste del país, dejando 222.570 muertos y daños materiales por 7.900 millones de dólares, además de 1.300.000 personas sin hogar.
Siete meses después del sismo, el gobierno creó la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIDH) para administrar a través de un fideicomiso la ayuda que empezó a llegar a Haití proveniente de la comunidad internacional.
En septiembre del año pasado, el gobierno haitiano estimó que aún faltan 12.000 millones de dólares para la reconstrucción del país, porque los fondos destinados luego del terremoto fueron invertidos en asistencia a la población.
En la primera reunión del organismo encargado de coordinar la asistencia externa para el desarrollo en reemplazo de la CIDH, los delegados acordaron alinear su apoyo técnico y financiero, en particular en las políticas de desarrollo y las prioridades de la intervención del gobierno.
Además, los representantes se comprometieron a normalizar y revitalizar las mesas sectoriales y temáticas y a evaluar periódicamente el progreso de la implementación de políticas, programas y proyectos.
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