La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su colega de Egipto, Mohamed Morsi, suscribieron hoy una serie de acuerdos de cooperación en medio ambiente, desarrollo agrario y social, agricultura, salud y planificación arquitectónica para sellar una visita "histórica" del mandatario africano a este país.
Ambos gobernantes examinaron durante casi dos horas en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña, las formas de aumentar los flujos de comercio e inversión bilaterales, y trataron temas de las agendas regionales y globales.
En una declaración conjunta a la prensa, Rousseff destacó que Egipto es el principal destino de las exportaciones brasileñas a Africa, y consideró que al igual que ocurrió en Brasil, el proceso de democratización en Egipto dará impulso a una vigorosa dinamización de la economía.
Rousseff dijo que esta primera visita a Brasil de un jefe de Estado egipcio es "histórica".
Añadió que el acuerdo de libre comercio firmado recientemente entre el Mercosur -Brasil, Argentina, Paraguay (suspendido), Uruguay y Venezuela- y Egipto "abrirá posibilidades para un intercambio cada vez más diversificado", y adelantó que misiones empresariales brasileñas irán a ese país.
"Coincidimos en que la cuestión palestina es clave en la paz de Oriente Medio. Nos preocupa la gravísima escalada de conflicto en Siria, convergimos en nuestra preocupación en actos de violencia contra civiles. Defendemos un cese del fuego inmediato y efectivo", enfatizó.
Rousseff también dijo que Brasil apoya una conferencia para la creación de una zona libre de armas nucleares y de armas de destrucción en masa en Oriente Medio.
Agradeció el apoyo de Egipto a la candidatura del brasileño Roberto Azevedo, elegido nuevo director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
"Concordamos en que la cooperación Sur-Sur entre Brasil y Egipto es estratégica para que se establezca la multipolaridad en el mundo", subrayó.
La presidenta expresó su satisfacción además por la firma de un acuerdo de cooperación entre la Biblioteca Nacional de Brasil y la Biblioteca de Alejandría.
Morsi subrayó a su vez el gran potencial económico de la relación bilateral, pidió que inversionistas brasileños apuesten sus capitales en Egipto e invitó a Rousseff a visitar su país.
Destacó la convergencia de visión de los dos países en varios temas de la agenda internacional, agradeciendo especialmente la posición brasileña en favor de un Estado palestino independiente.
Sobre la situación en Siria, dijo que confía en que la propuesta de su gobierno de crear un grupo de diálogo con los principales actores interesados pueda ofrecer una salida al conflicto.
"La violencia en Siria debe parar inmediatamente. Propusimos crear un grupo que incluya al gobierno, la oposición, con Egipto, Turquía, Arabia Saudita, la Liga Arabe y el Congreso Islámico para discutir una solución de la crisis siria. Es la única salida, y mientras no haya solución en Siria no habrá estabilidad en la región", señaló.
Tras la reunión, Rousseff ofrecerá un almuerzo al visitante y su comitiva en el Palacio de Itamaraty, la cancilería brasileña.
La visita de Morsi a Brasil es la última etapa de una gira del presidente egipcio al grupo BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El volumen de comercio enbre Brasil y Egipto se mantuvo en los últimos años a pesar de los impactos causados por la Primavera Arabe y las tensiones en el país africano.
Junto a Arabia Saudita, Turquía e Irán, Egipto está entre los principales socios musulmanes de Brasil, con un comercio bilateral de 2.700 millones de dólares en 2012.
Empresas brasileñas tienen interés en invertir en obras de infraestructura de energía y transportes en Egipto, además de las oportunidades ofrecidas por el mayor mercado consumidor del mundo árabe.