La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este miércoles que envió un proyecto de ley al Congreso para garantizar que todas las regalías del petróleo sean invertidas en educación como forma de garantizar los récords alcanzados por el país en los últimos años en generación de empleo y aumentos salariales.
Rousseff hizo el anuncio en su discurso en motivo del Día de Trabajo, retransmitido por radio y televisión, en un mensaje en el que la mandataria destacó que con el desempleo en sus mínimos históricos y la renta en alta, los sindicatos brasileños ya no reivindican empleo sino educación.
La presidenta brasileña ya había avanzado la semana pasada su decisión de pedir al Congreso que todas las regalías petroleras vayan a la educación, después de que el Senado y la Cámara de Diputados vetaran esa propuesta.
En su mensaje, la jefa de Estado aseguró que la propuesta es de interés de los trabajadores, en los que buscó respaldo y a los que instó a que "incentiven a su diputado y a su senador para que ellos apoyen esa iniciativa".
"Brasil va a seguir usando instrumentos eficaces para ampliar el empleo, el salario y el poder de compra del trabajador, pero, a partir de ahora, va a privilegiar como nunca el instrumento que más amplia el empleo y el salario, que es la educación", dijo.
Rousseff agregó que a pesar de la crisis económica internacional, Brasil logró importantes avances contra el desempleo por haber adoptado políticas económicas y sociales "correctas y reconocidas internacionalmente como las más modernas y amplias del mundo".
Según ella, las políticas de distribución de renta adoptadas en los últimos diez años permitieron que 36 millones de brasileños salieran de la condición de pobreza y que 40 millones ascendieran a la clase media, a la vez que se generaron 19,3 millones de nuevos empleos formales en diez años y que el salario mínimo legal aumentara en un 70 por ciento en términos reales en el mismo período.
"Eso situó a Brasil, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una posición privilegiada como el país que más redujo el desempleo entre 2008 y 2012, con una caída del 30 por ciento, mientras que en los países afectados por la crisis crecieron el desempleo y las pérdidas salariales", apuntó.
Ante la preocupación que suscita el aumento de la inflación en los últimos meses, la presidenta brasileña dijo que se trata de "una lucha permanente", y que mantendrá los pilares de la política económica, que tienen por base el crecimiento sustentable y la estabilidad.
Por último, insistió en la importancia de la educación para el futuro del país: "sólo la educación puede garantizar un mayor acceso a empleo y a renta elevada", aseguró Rousseff, para quien "Brasil necesita de una gran revolución en la enseñanza que lo coloque en el futuro como nación libre y soberana, y que forme principalmente a los jóvenes, para que podamos triunfar en un mundo cada vez más competitivo".