Cientos de veteranos del Ejército que combatieron durante la guerra civil en los años ochenta marcharon el jueves por las calles de la capital hasta llegar a la sede de la Asamblea Legislativa donde exigieron a los diputados el aumento de compensaciones sociales.
Los desmovilizados de la Fuerza Armada exigieron la aprobación de una ley que garantice el pago de indemnizaciones, pensiones y otros beneficios sociales que abarquen a sus grupos familiares.
A lo largo del día, las principales vías públicas de San Salvador estuvieron colapsadas a raíz de la movilización de los ex combatientes que marcharon junto a sus familiares.
Los ex militares exigen al gobierno del presidente Mauricio Funes la entrega de una indemnización de 10.000 dólares para alrededor de 35.000 beneficiados y una pensión mensual de 700 dólares.
Funes, sin embargo, pidió sensatez a los desmovilizados porque reiteró que el gobierno "no tiene capacidad" para erogar fondos.
"Ellos tienen todo el derecho de exigir la satisfacción de sus demandas, pero no podemos darles lo que no tenemos", dijo Funes.
"Entre sus peticiones están pidiendo recursos que no tenemos, una serie de demandas que probablemente se merezcan como ex combatientes de las Fuerzas Armadas, pero que lamentablemente el gobierno no tiene capacidad para satisfacerlas", sostuvo.
Los militares retirados sostienen que mantendrán las protestas hasta que se cumplan sus demandas.