Un sacerdote canadiense fue asesinado el jueves en la capital de Haití, el mismo día en que las autoridades haitianas destacaron los recientes logros en su lucha contra la delincuencia y el crimen en el país.
La víctima fue identificada como Richard E. Joyal, de 62 años, quien cayó abatido en una calle del distrito de Delmas, al norte de Puerto Príncipe, poco después de haber realizado una transacción en un banco de la zona.
El inspector de policía Aladin Jean-Louis dijo que Joyal salió de la entidad con mil dólares canadienses, cuando dos hombres que viajaban en una motocicleta se le acercaron, le arrancaron un paquete y le dispararon tres veces por la espalda.
Jean-Louis agregó que los supuestos ladrones no se llevaron el dinero que apareció en la billetera de la víctima, junto con una licencia de conducir de Quebec y otra identificación que lo acreditaba como un sacerdote a cargo de la administración de una congregación canadiense en Delmas.
El crimen se produjo en momentos en que el director general de la Policía Nacional de Haití, Godson Aurélus, y el delegado del gobierno (fiscal general) en Puerto Príncipe, Lucmane Delille, anunciaban que más de 314 presuntos delincuentes fueron en el aire metropolitana en los últimos seis meses.
"Estamos más decididos que nunca a luchar contra los bandidos que aterrorizan a los ciudadanos", dijo Deille en una rueda de prensa conjunta en la sede del Ministerio de Justicia, donde agregó que la fiscalía y la policía han desmantelado en operaciones conjuntas a varias pandillas que operaban en varias partes de la capital.