Miles de personas volvieron hoy a las calles de una importante ciudad del oeste de Haití y atacaron a la misión de la ONU en el país, en el segundo día de reclamos por la continuación de una carretera que une a otra localidad del sur y que al parecer fue detenida por los responsables de la obra.
Los habitantes de Jeremie, 280 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, lanzaron piedras contra un vehículo de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) y a agentes de la Policía que respondió con gases lacrimógenos para detener las protestas.
Los manifestantes levantaron barricadas e incendiaron neumáticos para exigir a la empresa constructora OAS, de capital brasileño, terminar la construcción de la vía que conduce a Les Cayes, supuestamente abandonada hace varios meses.
Una persona que se encontraba entre los manifestantes fue detenido por agentes antimotines, pero quedó en libertad poco después, destacó la prensa local.
La población de Jeremie teme la paralización de la obra, aunque el ministro de Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones, Jacques Rousseau, dijo hoy que los trabajos serán relanzados "en las próximas semanas".
Este miércoles, cuatro estudiantes resultaron heridos por las piedras lanzadas al liceo donde se encontraban mientras se producían los choques entre los manifestantes y la Policía.
La información fue confirmada por el Ministerio de Educación, que condenó el hecho y llamó a preservar la integridad de los estudiantes y de las escuelas ante cualquier manifestación.
Las manifestaciones se iniciaron la noche del martes cuando la población se enteró de que la empresa trasladaría su maquinaria fuera de la ciudad.
El país ha sido escenario de diferentes protestas desde hace dos meses, sobre todo contra las políticas del actual gobierno, la inseguridad pública y el alto costo de la vida.
El lunes de esta semana, una huelga en el servicio de transporte público paralizó varias zonas de Puerto Príncipe en protesta por un nuevo impuesto de 100 gourdes (2,5 dólares) que afecta a miles de conductores y propietarios de vehículos.
El sábado pasado, cientos de personas se manifestaron contra el presidente Michel Martelly para exigir su contratación en la administración pública.