El equipo de Sao Paulo avanzó el miércoles a la final de la Copa Sudamericana al empatar sin goles con Universidad Católica de Chile y ser beneficiado por el 1-1 logrado en la ida jugada en Santiago.
Más de 55.000 hinchas del tricolor paulista colmaron el estadio Morumbi en Sao Paulo para apoyar el equipo que no disputa una final de campeonato desde septiembre de 2006.
Sao Paulo espera ahora el partido de revancha este jueves entre Millonarios de Colombia y Tigres de Argentina, que empataron sin goles en la ida, para conocer su rival por el título que concede al campeón un cupo directo en la Copa Libertadores de América.
Cuarto clasificado en el Campeonato brasileño, el tricolor paulista ya tiene un cupo asegurado en la Pre Libertadores, pero la corona Sudamericana, además de dar más un trofeo internacional al club, le permitirá avanzar directo a la principal competición continental.
Pese a la superioridad técnica de los anfitriones, el duelo de este miércoles fue tan o más difícil que el de la ida.
Sao Paulo dominó completamente el partido y atacó desde el inicio con Jadson, Osvaldo y Luis Fabiano, ayudados por pases espectaculares del joven Lucas, el mejor en la cancha, que está a tres juegos de su adiós al club, a raíz de su traslado al francés París Saint Germain.
Sin embargo, el arquero visitante, Cristofer Toselli, el destaque de la Católica, impidió que los brasileños inaugurasen el marcador. Una de sus mejores defensas fue la estirada con la que defendió un tiro de falta cobrado por el portero-artillero del Sao Paulo, Rogerio Ceni, quien prácticamente no tuvo trabajo en su función original.