Granjas familiares plantan semillas para la prosperidad

Actualizado a las 04/04/2013 - 14:33

Proyecto piloto podría proporcionar gran crecimiento a los ingresos de agricultores.

Palabras clave：semillas,prosperidad

Por Xie Yu (China Daily)

Xinyun Cao, de 59 años, es el único trabajador varón en su granja de sandías. En una tienda de campaña, construida para los empleados temporarios, 10 mujeres de edad avanzada beben té y comen semillas de girasol.

Guifan Cao, quien ha estado cultivando arroz la mayor parte de su vida, es el más joven entre ellos. “No sé nada, excepto la agricultura. Pero mi hija es mucho más capaz. Ella trabaja en una fábrica de ropa en la ciudad”, dijo el hombre de 52 años de edad.

Las mujeres trabajan bien en los campos de sandías, dijo Cao Xinyun, cuya finca tiene 2 hectáreas en Baziqiao, cerca de Shanghái. La gente tiene que ser paciente y cuidadosa, especialmente cuando se trabaja en la polinización artificial, una práctica que requiere dedos diestros y hábiles. Las mujeres encajan a la perfección.

Pero más allá de sus atributos, una de las principales razones por las que Cao Xinyun contrata a mujeres es que no ha sido capaz de encontrar suficientes hombres jóvenes en el pueblo. Como resultado, la mayoría de los agricultores y trabajadores son de mediana edad o ancianos.

Alrededor del 90% de los residentes rurales de Songjiang tenían empleos no agrícolas en el 2007, mientras que sólo el 6,6% -unas 12.500 personas- se dedicaban directamente a la agricultura, según datos de la Comisión de Agricultura de Songjiang.

Un estudio reciente llevado a cabo por la Academia de Ciencias Agrícolas en la vecina provincia de Jiangsu muestra que la edad promedio de los agricultores y empleados del sector en la provincia es de 58,6 años. Por otra parte, los jóvenes de las zonas rurales tienen una actitud “positiva” sobre la agricultura.

Cao Xinyun ha comenzado a trabajar en su plan de jubilación. Obtuvo 300.000 yuanes (48.327 dólares) el año pasado con la venta de melones tempranos, y con las ganancias compró un apartamento en distrito de Songjiang.

“Mi hijo y mi hija trabajan en el centro de Songjiang. Espero ser capaz de vivir con ellos al cabo de tres años o menos”, dijo. Su optimismo ha ido atenuando ligeramente por su creencia de que nadie se hará cargo de él cuando se retire. “Los jóvenes no están interesados en esto”, sentenció.