 |
| Esfuerzo de chinos en el extranjero ayuda a regresar patrimonio cultural chino a su hogar 3 |
Por Nie Chuaqing y Cui Yiqian
Pekín, 21/01/2013(El Pueblo en Línea)-Desde el estallido de la Guerra del Opio en 1840 hasta la fundación de la Nueva China en 1949, durante más de cien años de disturbios y conflictos un gran número de antigüedades chinas se perdieron en el extranjero. Según estadísticas de la UNESCO, cerca de 1.670.000 reliquias culturales chinas se encuentran dispersas en distintos museos de 47 países, mientras que hasta diez veces esa cantidad estaría en mano de coleccionistas privados.
Dos maneras importantes de recuperar de estas reliquias perdidas han sido: en primer lugar, el pedido de recursos patrimoniales mediante canales oficiales, como por ejemplo a través de querellas en igualdad de diálogo, intercambios culturales y cooperación internacional. En segundo lugar, se ha realizado mediante el pedido de donación o compra a coleccionistas privados, por ejemplo se le ha pedido a coleccionistas tanto chinos residentes en el exterior como amantes de la cultura china donar las reliquias a un museo en China para su posterior conservación.
Desde los años noventa, Zhu Fuyuan, residente en Japón, ha logrado encontrar más de 300 libros y pinturas valiosas que posteriormente donó a su ciudad natal de Kunshan. En octubre del 2010, Zhao Tai, un coleccionista británico de origen chino donó una serie de tesoros nacionales al museo de cultura budista del templo Zifu en Guangdong. Entre ellos se encontraba el zodiaco de jade blanco y la estatua de “los tres puros” del taoísmo chino, que utilizaba el emperador durante las ceremonias de adoración al cielo, todos estos artefactos de gran valor para las investigaciones culturales.
En el 2011, Dan Sheng, presidente de la Asociación de Chinos Residentes en el Reino Unido para la Promoción de la Reunificación China, donó más de 300 reliquias de primer nivel a su ciudad natal de Taizhou, muchas de ellas valoradas en miles de dólares. Esta colección fue posible gracias al sudor de Dan Sheng durante toda una vida.
Obtener estas donaciones ha sido algo muy difícil. Muchos coleccionistas han pasado serias dificultades para establecerse en países extranjeros y han gastado grandes sumas de dinero para comprar estos objetos de gran valor y devolverlos a la patria de sus corazones.
En el 2005, siete bustos de Buda hechos de piedra volvieron a su “viejo hogar” en las Grutas de Longmen, Luoyang, después de casi cien años. Chen Zhejing, un escultor chino-estadounidense de 84 años de edad, estuvo al borde de perder la fortuna familiar por comprar estas estatuas “decapitadas”, y aunque tomara los subsidios especiales para la recuperación de reliquias, no habría recuperado ni una fracción del precio real.
No obstante el anciano no se arrepiente, porque su sueño es que todos los tesoros perdidos puedan volver sanos y salvos a su hogar: China.
El chino-hondureño Wang Chongren también hizo un sacrificio enorme en su donación. Después de más de 20 negociaciones logró comprar la Pagoda Sheli de Cinco pisos y donarla a Xi’an.
La operación transnacional de rescate de patrimonio cultural, llevada a cabo por la organización de la china-estadounidense Deng Fang, también es muy conmovedora. Luego de escuchar noticias en internet sobre la venta de alguna reliquia china que fue contrabandeada, Deng se comunica con las asociaciones de chinos en EEUU para comprar el objeto en conjunto. Gracias a su esfuerzo, ha recibido numerosas donaciones, con las cuales logró comprar diversas reliquias que, a su vez, ha entregado a China.
Analisis del informe de Diálogo Interamericano sobre financiamiento chino en América Latina
Apetito chino
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
