RIO DE JANEIRO, 9 dic (Xinhua) -- El Gobierno brasileño aseguró el lunes que las peleas entre aficionados en los estadios de fútbol como la que ocurrió este domingo en un partido de la primera división entre el Atlético Paranaense y el Vasco da Gama son "poco probables" en el Mundial, que organizará el país dentro de seis meses con la participación de 32 selecciones nacionales.
"Es poco probable que esto se repita en el Mundial", afirmó este lunes el secretario extraordinario de Seguridad para los Grandes Eventos del Ministerio de Justicia de Brasil, André Augusto Passo Rodrigues, en una entrevista concedida a la prensa extranjera.
Passo Rodrigues criticó las escasas medidas de seguridad que había en el partido de ayer domingo, disputado en Joinville, correspondiente a la última jornada del campeonato brasileño de fútbol entre el Atlético Paranaense, que se jugaba la clasificación para la Copa Libertadores 2014, y el Vasco da Gama, que necesitaba ganar para no bajar a segunda división.
"Si se hubiesen aplicado las medidas de seguridad acordadas para el Mundial, como controles rigurosos en los accesos, requisa de mochilas y hasta 200 cámaras en cada estadio, no habría pasado eso", dijo en alusión a la violenta pelea de ayer entre aficionados de los dos equipos, en unas dramáticas imágenes que dieron la vuelta al mundo debido a su violencia y que se saldó con tres heridos graves.
Según él, comisario de la Policía Federal brasileña, con el uso de los estadios mundialistas por parte de varios equipos de primer nivel brasileño a partir del año que viene, así como una serie de normas impulsadas recientemente por el Gobierno entre los aficionados dentro de los estadios, debe ayudar a que se reduzcan los incidentes en los recintos deportivos.
En el mismo sentido, la FIFA también se pronunció este lunes sobre los incidentes. En un comunicado, la máxima autoridad futbolística del mundo dijo que "hay un amplio concepto de seguridad en una operación integrada de órganos privados y públicos para garantizar la seguridad de los hinchas, jugadores y todos los participantes", y destacó que el sistema de seguridad "funcionó muy bien" durante la Copa de las Confederaciones, que tuvo lugar en Brasil el pasado mes de junio como evento previo al Mundial.
No obstante, ni la FIFA ni el Comité Organizador Local (COL), encargado de preparar el Mundial en Brasil, quisieron pronunciarse sobre los incidentes de ayer. "No estamos en disposición de discutir lo sucedido" al no ser parte responsable, según una nota.
La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, lamentó hoy lunes los hechos y dijo que "el país del fútbol no puede convivir con esa violencia".
El partido tuvo que ser suspendido durante una hora ante la pelea que había en la gradería. La policía confirmó hoy que tres personas que participaron en la pelea han sido detenidas y serán acusadas de "intento de homicidio" y "asociación ilícita".
Tras los incidentes, el árbitro decidió renaudar el partido, que acabó con una clara goleada del Atlético Paranaense por 5-1, que condenó al Vasco da Gama a la Segunda División y le valió al equipo de Curitiba su clasificación para la Libertadores de 2014.
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