El hombre que supuestamente realizó las falsas amenazas de bomba que afectaron a cinco vuelos ayer fue detenido hoy jueves en la ciudad de Dongguan, en la provincia meridional china de Guangdong, informó la policía de la ciudad de Shenzhen.
El sospechoso, apellidado Wang y de 26 años, fue arrestado en una habitación alquilada en el poblado de Changping.
Wang, procedente de la región autónoma de Mongolia Interior (norte) y que actualmente está desempleado, admitió que había realizado las seis llamadas telefónicas en las que aseguró que había bombas en aviones.
La policía continúa investigando el caso.
Las amenazas de bomba afectaron el miércoles por la mañana a cinco vuelos de tres aerolíneas con destino a Shenzhen, de los cuales tres pertenecían a Shenzhen Airlines. Por razones de seguridad, la compañía ordenó regresar al vuelo ZH9866, que despegó de Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu.
El vuelo ZH9243 que salió desde Xi'an, capital de la provincia noroccidental de Shaanxi, se vio obligado a aterrizar en Guilin, en la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, mientras que el vuelo ZH9889 de Beijing tuvo que retrasarse. No se descubrieron anormalidades en los aviones.
La aerolínea Juneyao pidió al vuelo HO1111 que regresase a Shanghai por motivos de seguridad y la policía reveló posteriormente que no detectó ningún peligro en el aparato.
Por su parte, el vuelo MU2325 de China Eastern Airlines, que despegó de Lanzhou, capital de la provincia noroccidental de Gansu, rumbo a Shenzhen también fue objeto de una inspección de seguridad tras recibir una amenaza similar.
China registró el año pasado al menos diez falsas amenazas de bomba, lo que generó grandes pérdidas para las aerolíneas y aeropuertos.
Según el Código Penal y la Ley de Aviación Civil, aquellos que perturben intencionadamente los vuelos al realizar falsas amenazas terroristas serán castigados con una detención y pena de cárcel de al menos cinco años, o de más de cinco años para los que provoquen graves consecuencias.