No se ha detectado ningún brote de enfermedades infecciosas en la zona afectada por el terremoto de 7,0 grados de magnitud que sacudió la provincia suroccidental china de Sichuan hace 15 días, y que hasta la fecha se ha cobrado la vida de 196 personas, informaron recientemente las autoridades de salud pública locales.
Las autoridades sanitarias están encargándose del exterminio de plagas, vigilando la calidad del agua potable y previniendo cualquier potencial brote epidémico en las instalaciones de acogida, según informó ayer domingo el buró de salud pública de la ciudad de Ya'an, el epicentro del seísmo.
En una escuela superior de dicha ciudad, transformada en centro de acogida para los damnificados, los cubos de basura están colocados ordenadamente, huele a desinfectante y de las paredes cuelgan pósteres sobre el control y prevención de enfermedades, dijo un periodista de Xinhua.
"Nos sentimos optimistas respecto al control de enfermedades en la zona del terremoto", dijo Yuan Zhengquan, director de un grupo de control de enfermedades en Ya'an.
Yuan, experto en salud pública de la Academia Militar de Ciencias Médicas, dijo que su grupo se ha estado dedicando al control de enfermedades en los pueblos más remotos.