La policía de Río de Janeiro retiró el viernes a un grupo de indios y manifestantes que habían vuelto al Museo del Indio, un antiguo edificio que será reformado para las obras del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y que fue desalojado tras una gran polémica el mes pasado.
Según divulgó el Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada (Bope) en su cuenta de Twitter, cinco indios y una decena de manifestantes entraron en el edificio, que será demolido próximamente para que sea construido el museo olímpico.
"No fue necesario el uso de la fuerza y con la llegada de los policías, las personas fueron conducidas hasta la Comisaría de la Praca da Bandeira", publicó el escuadrón de élite de la policía, que no obstante tuvo que utilizar gases lacrimógenos para dispersar el grupo.
Situado en los alrededores del famoso estadio del Maracaná, sede de la final del Mundial de fútbol y de la ceremonia de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016, el Museo del Indio es un local de mediados del siglo XIX que estaba desactivado desde 1978, y en el que desce hacía ocho años residían varios indígenas, que reclamaban su derecho a uso.
Sin embargo, una sentencia judicial, a instancias de la goberanción de Río de Janeiro, obligó al desalojo de sus ocupantes el pasado 22 de marzo en una actuación policial a la que se sumaron varios manifestantes partidarios de los indios.
Tras el desalojo, algunos indigenas fueron acomados en albergues y otros ocuparon la actual sede del Museo del Indio, en el turístico barrio de Botafogo.
Antes de invadir el edificio, los indios y los manifestantes habían bloqueado la Radial Oeste, una de las arterias viales de Río de Janeiro y que pasa al lado del estadio del Maracaná, que mañana sábado se reinaugurará tras una reforma integral salpicada de retrasos, huelgas y protestas.