Las capas de hielo pierden alrededor de 300 millones de toneladas cada año |
"Las capas de hielo están perdiendo grandes cantidades de hielo, alrededor de 300 millones de toneladas cada año, y la velocidad a la se produce estas pérdidas va en aumento. En comparación con los primeros años de la misión GRACE, la contribución de las capas de hielo al aumento del nivel del mar, casi se ha duplicado en los últimos años", afirma Bert Wouters, actualmente investigador visitante en la Universidad de Colorado (Estados Unidos), y uno de los autores de un nuevo análisis.
Desde 2002, los satélites del proyecto GRACE detectan pequeñas variaciones en el campo gravitatorio de la Tierra como resultado de los cambios en la distribución de la masa, incluyendo el movimiento del hielo en los océanos. Mediante el uso de estos cambios en la gravedad, se puede supervisar el estado de las capas de hielo a intervalos mensuales y sus resultados, publicados en la revista Nature Geoscience, subrayan la necesidad de una vigilancia continua por satélite de las capas de hielo para predecir su fusión y la subida del nivel del mar. Las capas de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia contienen aproximadamente el 99,5 por ciento del hielo de los glaciares de la Tierra lo que elevaría el nivel del mar mundial por algunos 63 metros si se derritiera por completo.
Sin embargo, no hay consenso entre los científicos sobre la causa de este aumento reciente de la pérdida de la masa de la capa de hielo observada por los satélites. Además de por el calentamiento antropogénico, las capas de hielo se ven afectadas por muchos procesos naturales, como las fluctuaciones de varios años en la atmósfera (por ejemplo, cambio de los sistemas de presión en el Atlántico Norte o El Niño y La Niña) y lentos cambios en las corrientes oceánicas. El equipo de investigadores comparó nueve años de datos de satélites de la misión GRACE con reconstrucciones de unos 50 años de cambios en la masa de las capas de hielo y encontró que la capacidad para detectar con precisión una tendencia a la aceleración en la pérdida de masa depende de la longitud del registro. Por el momento, la pérdida de hielo detectada por los satélites GRACE es mayor de lo que cabría esperar para las fluctuaciones naturales.