China se opone firmemente al secesionismo y terrorismo y trabajará con otros países para intensificar la cooperación en el combate de las organizaciones terroristas, dijo hoy la vocera del Ministerio de Relaciones Exterirores chino, Hua Chunying.
El gobierno chino está seguro de proteger las vidas y propiedad de la gente de todos los grupos étnicos, de garantizar la paz y estabilidad duraderas en la región autónoma uygur de Xinjiang y de crear condiciones favorables para el desarrollo de la región, dijo Hua en una conferencia de prensa regular.
Los recientes incidentes violentos que han ocurrido en Xinjiang representan una serie de ataques violentos y terroristas, afirmó.
Hua indicó que las llamadas fuerzas del "Turkestán Oriental" representan a las "tres fuerzas malignas" del terrorismo, separatismo y extremismo que han resultado en múltiples ataques terroristas en Xinjiang en los años recientes y que han dejado un gran número de víctimas civiles y amenazado la seguridad nacional.
Las fuerzas secesionistas y terroristas del "Turkestán Oriental" están vinculadas a otras organizaciones terroristas internacionales, que han representado amenazas no sólo para China sino tambipen para la paz y estabilidad de otros países de la región, indicó.
"Esperamos que todas las partes reconozcan claramente la esencia de las actividades violentas y apoyen la postura de China, así como las medidas que ha tomado para garantizar la seguridad de la gente y de su propiedad", indicó.
Hua subrayó que los asuntos relacionados con Xinjiang tienen que ver con la soberanía e integridad territorial de China y con sus intereses clave. El gobierno chino tomará las medidas necesarias para castigar a los criminales de acuerdo con la ley y para salvaguardar la solidaridad y estabilidad en Xinjiang, aseveró.
Las políticas étnicas llevadas a cabo por el gobierno central chino en Xinjiang se ajustan a la situación local y son apoyadas por la gente allá.
"Los intentos de un pequeño grupo de personas de trastocar la solidaridad y seguridad en Xinjiang nunca prevalecerán y están condenadas al fracaso", subrayó Hua.
Veinticuatro personas murieron el miércoles pasado a manos de alborotadores en un ataque que ocurrió en el pueblo de Lukqun del distrito de Shanshan de Xinjiang. Los alborotadores atacaron las estaciones de policía del pueblo, un edificio del gobierno local y una obra en construcción, e incendiaron vehículos de la policía. Veintiún oficiales de policía y civiles resultaron heridos.