BEIJING, 11 may (Xinhua) -- British Airways destinó su último avión Boeing 787 Dreamliner para el servicio directo entre la ciudad suroccidental china de Chengdu y Londres a partir de esta semana, además de aumentar su frecuencia semanal de tres a cinco.
"Me complace poder cumplir hoy nuestra promesa hecha a nuestros clientes en Chengdu con la llegada de nuestro nuevo Boeing 787 Dreamliner", anunció Keith Williams, presidente ejecutivo de British Airways, citado en una nota dirigida a Xinhua hoy domingo.
Se trata de la primera vez en que un avión 787 Dreamliner se utiliza en un vuelo directo internacional al aeropuerto Shuangliu de Chengdu, uno de los centros de transporte aéreo con mayor crecimiento en China.
La aeronave de última generación se convertirá en el pilar de la flota de la aerolínea británica durante los próximos años, y forma parte de una inversión de más de 5.000 millones de libras esterlinas (aproximadamente 8.430 millones de dólares) para mejorar la comodidad tanto durante el vuelo como en tierra, apuntó Williams.
La aerolínea también ha aumentado la frecuencia de la ruta entre Chengdu y Londres de tres a cinco vuelos por semana.
Li Wei, presidente del Grupo de Aeropuertos Provinciales de Sichuan, señaló que las acciones de la firma británica no sólo muestran la importancia del aeropuerto de Chengdu como un centro de aviación de China, sino que también asistirán a la creciente cooperación entre la provincia y el Reino Unido en los terrenos de los negocios, el comercio y la tecnología.
Hasta ahora, British Airways había empleado el modelo Boeing 777-200 en la ruta que unía los dos destinos tres veces por semana y que comenzó en septiembre del año pasado.
Hasta la actualidad, la aerolínea ha mantenido vuelos a China durante más de 30 años.
El modelo de Boeing 787, o el "Dreamliner", según el fabricante, Boeing Commercial Airplanes estadounidense, es un modelo de avión de pasajeros de tamaño medio que se caracteriza por su reducido consumo de combustibles.
En enero pasado, se informó de que una batería de un Dreamliner de la aerolínea nipona Japan Airlines se calentó y provocó una humareda, justo un año después de que se hubiera producido unos incidentes similares.
Los precedentes sobre los defectos en la batería del modelos de Estados Unidos y Japón habían llevado a las autoridades internacionales de aviación a dejar en tierra durante tres meses a los aviones Boeing 787 en servicio por aquel entonces.
El Dreamliner, entregado en diciembre de 2009, consiguió el permiso de volver a volar en abril de 2013.