WASHINGTON, 17 jul (Xinhua) -- El crecimiento de China permanece fuerte a pesar de una desaceleración moderada, y su economía no se dirige hacia un aterrizaje duro, afirmó este miércoles el subdirector del Departamento de Asia y Pacífico del Fondo Monetario Internacional (FMI), Markus Rodlauer.
La economía china ha mostrado una tendencia a la baja durante los últimos trimestres. No obstante, aún ha crecido con una tasa del 7,5 por ciento en el segundo trimestre, que "según entendemos, está muy de acuerdo con el objetivo del Gobierno", informó a Xinhua el experto del FMI.
Datos oficiales muestran que la expansión económica de China se desaceleró desde el 7,7 por ciento en el primer trimestre hasta el 7,5 por ciento en el segundo, alcanzando la meta anual del Gobierno, ritmo que podría hacer de este año el más lento de las últimas dos décadas.
Restándole importancia a los números, Rodlauer indicó que la economía de China frenó parcialmente por la caída en las exportaciones. "Evidentemente, la demanda débil de las exportaciones de las economías avanzadas es un factor de amortiguación para el crecimiento de China".
Al mismo tiempo, anotó que la desaceleración reciente en el ritmo de crecimiento estaba prevista en cierta medida, ya que el Gobierno chino se abstuvo de inyectar estímulo con la misma fuerza que en el pasado a través de mayores inversiones y expansión de créditos.
Precisó que aunque el actual crecimiento es más débil en comparación con las tasas de dos dígitos de antes de la crisis financiera, aún es más fuerte que los estándares globales. Lo más importante es que es una tasa de crecimiento sostenible a plazo medio y tal tendencia, en su opinión, es un buen augurio para la economía global.
China se ha convertido en un importante actor en la economía global y una fuerza clave de crecimiento que ha mantenido el crecimiento en Asia e incluso en el resto del mundo, indicó Rodlauer.
Por eso, China ha sido seguida muy de cerca y "cada vez que algo pasa en China, ahora los mercados reaccionan globalmente", agregó.
Como jefe de la misión del FMI en China, Rodlauer y sus colegas acaban de terminar el informe anual de la evaluación económica de China del FMI.
En el informe publicado el miércoles, el FMI señaló que se espera que la economía china aumente un 7,8 por ciento este año pese a una disminución moderada durante el primer semestre, con una fuerte demanda interna que compensará la debilidad persistente en el ambiente externo.
"Acelerar la transformación de los modelos de crecimiento sigue siendo la principal prioridad, tal y como se viene reafirmando en los recientes anuncios de nuevas políticas realizados por la nueva administración", dijo el FMI.
Rodlauer comentó que China tiene que abordar todos sus problemas internos en un ambiente global que continúa siendo difícil, uno de los desafíos a los que se ha enfrentado el país asiático en los últimos años.
En su opinión, China ha conseguido durante décadas un rápido crecimiento mediante la urbanización y una mayor integración en la economía global, aunque actualmente el modelo de crecimiento impulsado por inversiones y dirigido a exportaciones, el cual ayudó a China a resistir las embestidas de la crisis, va a llegar a su límite.
"Esa altísima tasa de crecimiento, impulsada por inversiones y exportaciones, simplemente no volverá a ocurrir", señaló Rodlauer al destacar la necesidad de una transformación gradual hacia un camino basado más en la demanda doméstica.
En este caso, el dolor es inevitable, ya que la ruptura en China del viejo modelo de crecimiento, así como la ralentización económica forman parte del coste de la reforma, añadió.
Para China, el reto de corto plazo consiste en mantener la estabilidad y evitar fluctuaciones drásticas, mientras que en términos de medio plazo, la principal tarea es reequilibrar la economía, a lo que el gobierno ha dado prioridad.
Con miras a sacar adelante la transformación, China ha de aumentar los ingresos de las familias, mejorar el sistema de seguridad social y reformar el sector financiero, así como promover un crecimiento que respete aún más el medioambiente y se vuelva cada vez más inclusivo.
"Estamos muy convencidos de que la economía china dista de encontrarse en el proceso de un aterrizaje duro. Observamos que la economía china continúa entrando en un sendero de crecimiento sostenible", puntualizó Rodlauer, quien recalcó que hay mucho trabajo por hacer para asegurar que la economía del país asiático siga adelante de manera segura y constante.
El FMI, dijo Rodlauer, sí que ve continuos progresos en el reequilibrio doméstico, y muchas cosas avanzan en la dirección correcta.
En particular, se han emprendido acciones en el sector financiero para regular mejor el sistema y aumentar la transparencia de la banca, indicó.
"Vemos que las acciones están resistiendo los riesgos", aseguró el funcionario del FMI, y expresó su esperanza de que el gobierno chino esboce más medidas concretas para avanzar en las reformas.
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