El presidente estadounidense, Barack Obama, ha conversado durante los últimos días con varios mandatarios occidentales sobre la situación en Siria.
Este lunes, Obama llamó por teléfono al primer ministro australiano, Kevin Rudd, para conversar sobre el uso de armas químicas en el conflicto sirio, ya que el mandatario estadounidense está considerando llevar a cabo ataques militares contra la nación árabe.
En su conversación telefónica, los dos líderes "expresaron su profunda preocupación sobre el supuesto uso de armas químicas por parte del régimen sirio contra la población civil" cerca de la capital siria de Damasco el pasado 21 de agosto, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El texto añade que ambos discutieron las "posibles respuestas" al ataque y acordaron mantener consultas estrechas sobre la cuestión.
A lo largo del fin de semana, Obama llamó al primer ministro británico, David Cameron, y al presidente francés, Francois Hollande, mientras su administración estaba considerando una serie de opciones militares, desde un ataque con misiles de crucero hasta una campaña aérea más sostenida sobre Siria.
La Armada estadounidense tiene ahora mismo cuatro buques de guerra armados con misiles de crucero en el Mediterráneo.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, emitió un comunicado en la tarde del lunes en el que afirma que el uso de armas químicas contra la población civil en Siria es "inexcusable" e "innegable", y que Obama tomará una decisión "informada" sobre cómo responder.
"El homicidio indiscriminado de civiles, el asesinato de mujeres, niños y transeúntes inocentes con armas químicas es una obscenidad moral", dijo Kerry.
La oposición siria ha acusado a las fuerzas del gobierno de matar a hasta 1.300 personas en ataques con armas químicas en los suburbios de Damasco el pasado miércoles, una acusación que el gobierno sirio ha negado y recriminado.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió este lunes a las potencias occidentales de que no intervengan en Siria, calificando un posible ataque militar sobre el país como "un camino muy peligroso y resbaladizo".