Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas aceptaron la invitación del gobierno sirio para visitar Damasco con el fin de entablar conversaciones sobre la realización de la investigación en torno al presunto uso de armas químicas en la guerra civil del país, dijo hoy un vocero en la sede de la organización.
La subsecretaria general Angela Kane y Ake Sellstrom, jefe de la Misión de Naciones Unidas para investigar el presunto uso de armas químicas en la República Arabe Siria, acordaron visitar Damasco con el fin de terminar las consultas sobre las modalidades de cooperación requeridas para la "realización adecuada, segura y eficaz de la investigación", dijo a los reporteros Martin Nesirky, vocero de la ONU.
El anuncio se produce después de que Bashar Ja' afari, representante permanente de Siria ante la ONU, invitó el lunes a los dos funcionarios a Damasco con el fin de discutir la utilización de armas químicas durante la crisis siria que ha provocado la muerte de 100.000 personas, la huida a países vecinos de aproximadamente dos millones y el desplazamiento interno de más de cuatro millones de personas.
Con la esperanza de que la visita se produzca lo más pronto posible, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, enfatizó que en vista de la gravedad de las acusaciones sobre el uso de armas químicas, la misión continuará sus actividades con el propósito de establecer los hechos de forma creíble, dijo Nesirky.
La misión, establecida en marzo tras la petición oficial del gobierno sirio, se concentrará en un incidente ocurrido en la localidad de Khan al-Asal, en Aleppo, en el que presuntamente se utilizaron armas químicas.
Al menos 25 personas murieron y otras 130 resultaron heridas el 19 de marzo en Khan al-Assal cuando hombres armados dispararon un cohete que contenía materiales químicos.
El gobierno sirio adjudicó a los combatientes de la oposición la responsabilidad por el ataque, pero los rebeldes sirios lo negaron y acusaron al gobierno sirio.
Vitaly Churkin, embajador de Rusia ante la ONU, dijo el martes que entregó evidencia a la organización mundial en la que se indica que los rebeldes sirios emplearon gas sarín en el ataque de marzo. Estados Unidos rechazó poco después de la acusación rusa.