El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Saud al-Faisal, advirtió hoy sobre el riesgo de la participación de fuerzas extranjeras en la crisis siria, pero prometió proporcionar más ayuda a los rebeldes sirios.
Durante una conferencia de prensa ofrecida con el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry en la ciudad saudí de Yidda, Al-Faisal dijo que su país considera "peligroso" el papel de Irán y del grupo libanés Hizbulá en Siria.
Algunos países árabes del Golfo, junto con Occidente, afirman que las tropas gubernamentales sirias están combatiendo a los rebeldes con la ayuda de combatientes de Hizbulá y que están recibiendo armas sofisticadas de Irán, un aliado de Damasco de mucho tiempo.
Al-Faisal pidió prohibir el flujo de armas para las tropas sirias, pero al mismo tiempo prometió proporcionar ayuda militar a los combatientes de la oposición "para que se defiendan".
Por su parte, Kerry enfatizó que la reunión de Ginebra propuesta por Estados Unidos y Rusia, que debe realizarse en julio, es la mejor posibilidad para resolver la crisis en Siria.
De acuerdo con el plan original, se espera que a la reunión asistan funcionarios de Damasco y representantes de la oposición. Sin embargo, aunque el presidente sirio Bashar al-Assad aceptó enviar una delegación a la conferencia, la oposición, frustrada por los recientes reveses en las batallas de los rebeldes con las fuerzas gubernamentales, se muestra renuente a presentarse en Ginebra.