Al menos una persona murió y otras diez resultaron heridas el jueves en esta ciudad durante los enfrentamientos violentos con tiroteos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que apoyan a la oposición guineana.
Los partidos de la oposición acusaron al Gobierno de convocar una elección parlamentaria sin acordar las condiciones con la oposición, y organizaron una manifestación masiva de decenas de miles de manifestantes que demandaron una elección parlamentaria abierta, transparente y justa.
Las fuerzas de seguridad dispararon gas lacrimógeno y tiros de advertencia después de que jóvenes manifestantes apedrearan la sede del partido gobernante del país.
El Gobierno guineano se lamentó por la violencia del jueves por la noche y transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Las autoridades anunciaron que solicitarán una investigación internacional para determinar quiénes habían disparado durante la manifestación.
El presidente guineano, Alpha Conde, anunció el 13 de abril que la elección legislativa se celebrará el 30 de junio. La oposición la descartó como una decisión unilateral del partido gobernante, y suspendió su diálogo con el Gobierno y reanudó las manifestaciones.