WASHINGTON, 18 ene (Xinhua) -- El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, exhortó hoy al Congreso a actuar con rapidez para aprobar un paquete de medidas para el control de armas propuesto esta semana por la Casa Blanca.
Durante la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos realizada en la capital, Holder pidió acciones inmediatas de parte del Congreso para "conseguir progresos significativos para reducir la violencia que se presenta con demasiada frecuencia en nuestras noticias y que aflige a nuestras comunidades".
"Algunos han dicho que esos cambios requerirán de votos difíciles por parte de los miembros del Congreso. Como todos ustedes saben, el servicio público nunca es fácil y hay ocasiones cuando algunos de nosotros, que somos elegidos o nombrados para ciertos puestos, debemos poner por delante los intereses de quienes servimos, nosotros somos privilegiados al servir por encima de lo que pudiera ser conveniente a nivel político o seguro a nivel profesional. Esta es una de esas ocasiones", dijo Holder, quien seguirá siendo jefe del Departamento de Justicia en el segundo periodo de Obama.
El fiscal general exhortó a los legisladores a promulgar las "legislaciones de sentido común" que el presidente Barack Obama anunció el miércoles, incluyendo las revisiones universales de antecedentes para la venta de armas y las prohibiciones a las armas de tipo militar y a los cargadores de alta capacidad.
La reforma relacionada con las armas podría iniciar con completar los sistemas de revisión de antecedentes, un "paso relativamente simple", dijo Holder.
"El Congreso debe actuar con rapidez para adoptar una legislación que requiere revisiones universales de antecedentes, con el fin de que se realice una revisión completa cada vez que alguien intente comprar un arma", dijo Holder.
Holder alentó a más vendedeores privados a trabajar con comerciantes con licencia para garantizar que todas las ventas estén sujetas a una revisión de antecedentes integral.
Obama reveló el miércoles un amplio paquete de propuestas para reducir la violencia provocada por las armas, un mes después del tiroteo masivo ocurrido en la escuela primaria Sandy Hook que dejó 26 muertos, incluyendo a 20 niños. Las medidas incluyen 23 acciones ejecutivas que el presidente firmó en el lugar del incidente y propuestas que requieren que el Congreso adopte legislaciones pertinentes para renovar una prohibición a las armas de asalto de tipo militar, para imponer un límite de 10 municiones a los cargadores y para ampliar las revisiones de antecedentes para cualquier venta de armas.
Las medidas, rápidamente creadas por una fuerza especial de la Casa Blanca encabezada por el vicepresidente Joe Biden luego de la masacre de diciembre, generaron un debate nacional sobre la necesidad de controlar las armas y fueron consideradas como el esfuerzo más amplio para controlar las armas en Estados Unidos en casi dos décadas.
Sin embargo, se espera que gran parte de la extensa agenda federal encuentre resistencia en Capitol Hill, lugar donde en las próximas dos semanas se celebrarán las audiencias para considerar dichas propuestas, primero en el Senado controlado por los demócratas y luego en la Cámara de Representantes controlada por los republicanos.